Como en todo el país Río Cuarto no es la excepción. Más, cuando en los últimos días el brote del COVID-19 aumenta y pone en evidencia la crisis sanitaria.
“El problema no es nuevo”, dijo Julieta Paglialunga, secretaria general del Sindicato de Empleados Públicos (SEP), delegación Río Cuarto. “Hace años venimos con una lucha para una política mejor con el tema del salario al personal de salud, con las condiciones de trabajo. Hoy lo vemos acrecentado con esta pandemia. No sé qué está esperando la parte política para incorporar mejores medidas”, manifestó.
Hay una “gran cantidad de infectados, hace mucho que estamos con las guardias mínimas y no tenemos gente ociosa. Además, tuvimos que aislar a varios por una cuestión preventiva y se incrementa la labor para esto”, manifestó Dario Mansilla, secretario gremial de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) filial Río Cuarto.
Desde OSINSA estiman que son 61 los trabajadores en la ciudad de Río Cuarto que se tuvieron que aislar o que están contagiados por COVID-19.
Para Paglialunga, los principales problemas que aparecen en este contexto son: falta de recategorización, mal salario, falta de cantidad de enfermeros. “Ingresan 7 empleados pero tenés carpetas médicas de personal de aislamiento que por ahí son 2 enfermeros en el mismo domicilio, esa falta nunca la terminás de completar. Es notable la falta de personal profesional”, manifestó la dirigente del SEP.
Mansilla indicó que hay mucho más trabajo y mucho más estrés. “De por sí estamos complicados, con esta pandemia todo se incrementa y complica. La paritaria se atrasó. Hay muchos reclamos por mutaciones de los puestos de trabajo. Los empresarios dicen que están trabajando a cama caliente”, concluyó.
Esta semana, hubo tristeza en los trabajadores de la salud por el fallecimiento del enfermero Raul Cardozo por COVID-19.