Con el 68,43 % de los votos, la coalición oficialista Gran Polo Patriótico Simón Bolívar se impuso en las elecciones parlamentarias desarrolladas en Venezuela el pasado domingo.
El 31 % de los 20,7 millones inscriptos en el padrón electoral concurrieron a las urnas para elegir los 274 legisladores que integrarán la Asamblea Nacional durante los próximos cinco años.
En Venezuela, el sufragio no es obligatorio y se considera un derecho humano.
Los partidos Alianza Democrática, Comité de Organización Política Electoral Independiente, Cambiemos Movimiento Ciudadano, Avanzada Progresista y El Cambio, que participaron en un mismo frente, obtuvieron el 17,52%.
Primero Venezuela (PV), Venezuela Unida (VU) y Voluntad Popular Activismo (VPA), en otro frente, recibieron el 4,15% de los sufragios. La boleta del Partido Comunista de Venezuela (PCV) alcanzó el 2,7% y el 6,48 % restante se dividió entre otras.
Hubo un total de 14.400 candidatos de 107 partidos. También, unos 1.500 observadores internacionales de África, Argentina, Chile, Ecuador, España, Estados Unidos, Guatemala, Italia, Panamá, Perú, Puerto Rico y República Dominicana. Entre ellos, José Luis Rodríguez Zapatero, Rafael Correa y Evo Morales, ex presidentes de España, Ecuador y Bolivia respectivamente.
En las parlamentarias del 6 de diciembre de 2015, el frente opositor Mesa de Unidad Democrática había obtenido 56% de los votos quedando con una mayoría automática dentro de la cámara.
Histórico
En una conferencia de prensa realizada este martes, el presidente del país, Nicolás Maduro, calificó el acto electoral como un «esfuerzo histórico de la sociedad y del pueblo» ya que se realizó en medio de la pandemia del covid-19 y bajo el recrudecimiento de la guerra económica, financiera y comercial que sigue llevando a cabo Estados Unidos.
«Tenemos muy buenas relaciones con EEUU como país, sociedad, pero no hemos podido tenerlas de respeto con el gobierno», dijo maduro recordando que el período de mejor diálogo fue con la administración de Obama hasta que decretó que Venezuela constituía una amenaza.
Venezuela «es un país que está empezando a construir su propio socialismo» -dijo también- basado en el legado de Chávez quien definió la dimensiones del modelo socialista a seguir.
Además anticipó que durante el mandato de esta nueva Asamblea Nacional, la prioridad será la recuperación económica progresiva, con la Ley Antibloqueo.
Afuera
En calidad de veedor internacional, José Luis Rodríguez Zapatero pidió «que la Unión Europea (UE) haga una reflexión después de estas elecciones, que evalúe lo que ha dado de sí la política de sanciones o la política de no reconocimiento».
Después de estos últimos años, queda claro que «no sirven las sanciones», evaluó Zapatero, por lo cual este es el principio del final de «los peores días para Venezuela».
También solicitó a la comunidad internacional “un tono de respeto y no injerencismo”.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, dijo sin embargo que, “EEUU seguirá reconociendo al presidente interino Guaidó y a la legítima Asamblea Nacional”.
El jefe de la diplomacia de UE, Josep Borrell, dijo que los comicios no cumplieron los “estándares internacionales mínimos”.
Con ellos, los presidentes de los países que en 2017 organizaron el Grupo de Lima- siguen machacando contra “el régimen ilegítimo de Nicolás Maduro”. En una declaración conjunta, en la que sumaron un total de 16 países del continente, manifestaron que las elecciones “fueron llevadas a cabo sin las mínimas garantías de un proceso democrático, de libertad, seguridad y transparencia (…) ni de observación internacional”.
Los firmantes fueron Brasil, Perú, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Panamá, República Dominicana, Santa Lucía y Canadá.
Por el contrario, Rusia, Turquía, Irán, China, Bolivia, Cuba y Nicaragua, saludaron el proceso electoral y la solución política entre los venezolanos mismos.