El 27 de febrero de 1974 se produjo en Córdoba el “Navarrazo”, levantamiento policial encabezado por el Tte. Coronel Antonio Domingo Navarro, que destituyó al gobierno democrático de Ricardo Obregón Cano. En Río Cuarto, el levantamiento policial no pudo destituir al entonces intendente de Julio Humberto Mugnaini, porque una pueblada lo impidió. Fue el 28 de febrero de 1974, cuando 2.500 personas coparon el Palacio Municipal y no permitieron que se diera el golpe. El pasado 18 de marzo en una jornada se revivió este hecho histórico (ver «Memoria Activa»). Gonzalo Otero Pizarro, militante protagonista, habla de esa época y lo que significó esta pueblada en la ciudad.
-¿Cuál era el escenario en esa época?
-En Río Cuarto se vivía distinto al resto del país, por lo que significaba la personalidad y el gobierno de Mugnaini. Los sectores de la derecha peronista no habían logrado penetrar en su gestión, y él, valiéndose del apoyo con el que contaba, conformó el gabinete a su manera. Los secretarios del gabinete pertenecían a su generación, algunos provenían de otros partidos de la coalición de gobierno (el MID, por ejemplo), pero los subsecretarios eran todos jóvenes, menores de 30 años, muchos provenientes de «la Tendencia», y eso le brindaba un carácter distinto a su política.
-¿Qué pasó con el «Navarrazo» acá?
-Cuando se da el «Navarrazo» el movimiento busca extenderse hacia el interior de la provincia, pero en Río Cuarto se produce una resistencia. El primero en resistir fue Mugnaini, y junto a él nos concitamos todos los miembros del gabinete. También los dirigentes del radicalismo local formaron parte de «la Toma de la Municipalidad». Y luego llegó el pueblo: en un momento llegó a haber más de 2.500 personas dentro del edificio municipal. El Jefe de la Policía le pide al intendente su renuncia, con su despacho colmado de gente. «Yo no tengo ningún problema en renunciar, dijo Mugnaini, pero como a mí me eligió el pueblo, pregúntele a los señores que están acá, que son parte del pueblo, si están de acuerdo con que yo renuncie», y ahi los sacamos del edificio.
-¿Qué implicó la defensa del Palacio de Mójica?
-La resistencia significó desconocer y combatir las pretensiones destituyentes del Jefe de la Policía local, quien buscaba reflejar en Río Cuarto lo que había logrado Navarro con el golpe a Obregón Cano y Atilio López. Significó un hecho de defensa irrestricta de la democracia por medio de una pueblada. Debe ser la última pueblada de esa naturaleza y con esas razones que hubo en Río Cuarto.
-¿Por qué es importante recuperar este hecho ?
-Tiene que ser una lección para la democracia, para que nunca más se produzcan estos hechos, que fue un golpe de mano brutal contra la democracia. A las generaciones presentes, las que continúan nuestras luchas, hay que dejarles un mensaje necesario, y es que la democracia se defiende y que hay que recordar los episodios oscuros de nuestra historia, para que no vuelvan a ocurrir.
# ENTREVISTA
Gonzalo Otero Pizarro es abogado, escritor e historiador. Subdirector de Cultura de Río Cuarto (1973-1974)
# MEMORIA ACTIVA
El pasado 18 de marzo se realizó la actividad «Memorias del Navarrazo», organizada por la Comisión Municipal de la Memoria, la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) y entidades municipales y provinciales. A través de la plataforma Zoom, se realizó una mesa redonda donde participaron Daniel Olartecoechea, Juan Carlos “Pipón” Giuliani, Eduardo “Lalo” Mugnaini y Gonzalo Otero Pizarro. Los disertantes recordaron la resistencia popular que se dio en el Palacio de Mojica y la defensa del gobierno democrático de Julio Humberto Mugnaini, cuando en febrero de 1974 se produjo el levantamiento policial impulsado por Navarro