Desde el 11 de mayo el gobierno de Israel comenzó un nuevo bombardeo contra el territorio de la Franja de Gaza. El ataque ha dejado más de cien víctimas fatales, centenares de heridos e innumerables daños materiales.
Para entender la raíz de estos hechos, Contexto dialogó con Tilda Rabi, presidenta de la Federación de Entidades Argentino-Palestinas e integrante del Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino.
Rabi explicó que “hace poco más de un mes comenzó una gran protesta por el desalojo de familias palestinas que vivían en Jerusalén Oriental. Desde ahí todo fue creciendo. Al entrar en el mes del Ramadán, el mes sagrado para los musulmanes, el gobierno israelí cercó la entrada de La Puerta de Damasco hacia la Mezquita. Es muy habitual que, después de terminado el ayuno, los jóvenes puedan ir a orar, pero también a festejar, y ese cerco se los impedía. Hace una semana y media el gobierno israelí decidió sacar las vallas. Los jóvenes fueron a la Mezquita a orar y reunirse y parecía todo normal, hasta que de repente un grupo de colonos israelíes comenzó a agredir a los jóvenes palestinos, por supuesto, ayudados por los soldados israelíes. Ahí se creó una gran confrontación que se va extendiendo por el resto de lo que es Cisjordania. Todo se fue incrementando y los israelíes llamaron a sus reservistas para seguir aumentando la represión. El lunes 11 de mayo comenzó el bombardeo israelí a la Franja de Gaza en forma indiscriminada. Ellos aducen que Hamas había agredido a Israel con más de mil cohetes”.
“Uno de los grandes problemas es que los medios solo contabilizan las muertes de los israelíes, muertes que son totalmente penosas, no estoy a favor de que mueran unos y otros no, pero a la fecha, durante esos cinco días de bombardeo israelí en la Franja de Gaza se contabilizaron 119 palestinos muertos y más de 800 heridos, además hay que sumarle los heridos en Cisjordania y los muertos allí, incluidos dos activistas que estaban en una aldea de pastores cerca de Hebrón, que fueron atacados por colonos, obviamente, ayudados por el ejército de ocupación israelí”, señaló.
Rabi remarcó que “la situación es muy grave y no hay que olvidarse que nosotros vivimos bajo ocupación. El pueblo palestino no tiene autonomía. Los Acuerdos de Oslo, desgraciadamente, nunca llegaron a buen puerto. Los hermanos palestinos de las tierras ocupadas en el año 1948, es decir, ese 20 % de palestinos que tienen ciudadanía israelí (que no es una ciudadanía plena, por supuesto), también alzaron sus voces en estos días y realizaron protestas en muchas ciudades. La reacción del gobierno sionista fue arrestar a treinta palestinos que son ciudadanos de Israel, entre ellos un niño de 10 años”.
“Este viernes Israel también bombardeó los puertos de Gaza, que es por donde se provee los alimentos. Esto se suma a lo que ya se ha visto, la destrucción de edificios y la masacre de la población civil. También fueron atacados hospitales y una escuela UNRRA (Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación o Administración)”, afirmó la dirigente.
Rabi sostuvo que “el pueblo de Gaza está encerrado en 360 kilómetros cuadrados y ni siquiera puede recibir ayuda humanitaria porque el sionismo no lo permite y su aliado de Egipto también tiene cerradas sus puertas. La comunidad internacional está reaccionando con mucha tibieza, incluso nuestro propio gobierno que ha llamado ‘a las dos partes’ a que frenen el conflicto. En Palestina no hay dos partes en conflicto, hay un ocupado y un ocupante. Pero la Cancillería argentina dice que se basa en las declaraciones de Naciones Unidas, un organismo que lamentablemente ya parece perimido”.
“Hoy (viernes 14 de mayo), con el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino llevamos una carta a la Cancillería argentina, nos recibió un funcionario -porque el canciller no estaba- y le entregamos el petitorio en el que señalamos nuestra preocupación por el proyecto de judaización de Jerusalén Oriental, por las violaciones constantes a los derechos humanos, por los prisioneros, los niños detenidos, el encierro de mis hermanos en Gaza y las persecuciones constantes que vuelven intolerable el desarrollo de la vida cotidiana”, comentó.
Rabi concluyó que “la situación es insostenible, pero la capacidad de resistencia y resiliencia que tiene nuestro pueblo nos llena de esperanza. Más temprano que tarde vamos a lograr nuestra liberación”.
Carta entregada por el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino al ministro de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina, Felipe Solá
Buenos Aires, 14 de mayo de 2021
De nuestra mayor consideración:
Nos dirigimos a usted desde el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino, conformado por diversas organizaciones de la sociedad civil, agrupaciones políticas, sindicales y de derechos humanos con el fin de solicitarle su repudio respecto a la expulsión de familias de Jerusalén, la represión en la Mezquita de Al Aqsa y los bombardeos a Gaza. Asimismo, instamos a la finalización de los vínculos con el Estado de Israel y los acuerdos vigentes.
Una vez más venimos a denunciar:
– El proceso de judaización constante de Jerusalén, que expulsa a su población palestina originaria.
– Las sistemáticas violaciones a los derechos humanos que sufre la población palestina de Jerusalén, Gaza y Cisjordania por parte de la potencia ocupante.
– El infame crimen de Apartheid contra el Pueblo Palestino.
– Los bombardeos y asesinatos de palestinas y palestinos.
El pasado 9 de mayo Unicef denunció que ya había 37 niñas y niños palestinos detenidos y heridos en Jerusalén, instó a Israel a respetar sus derechos y emplazó a las autoridades israelíes a “abstenerse de usar la violencia contra los niños y a liberar a los niños detenidos”.
Asimismo, el secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, manifestó “su profunda preocupación por la continua violencia en las zonas ocupadas de Jerusalén Este, así como por los eventuales desalojos de familias palestinas de sus hogares en los barrios de Sheikh Jarrah y Silwan (…) e instó a Israel a cesar las demoliciones y los desalojos, de acuerdo con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario y del derecho internacional de los derechos humanos” .
De acuerdo a la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de las Naciones Unidas, más de 50 palestinos y palestinas han sido asesinados y más de 320 han sido heridos desde el 10 de mayo en la Franja de Gaza.
Estas expresiones y datos mencionados son solo una muestra de las políticas de judaización perpetradas por la potencia ocupante, cuyo objetivo es expulsar a la población palestina local, objetivo que existe desde la misma creación de Israel como Estado, proceso conocido por los palestinos como la catástrofe de la Nakba.
En los últimos meses, organizaciones de derechos humanos, internacionales (como Human Rights Watch) e israelíes (como Btselem), se han pronunciado en el mismo sentido que venimos denunciando: las prácticas que lleva adelante la potencia ocupante sobre la población palestina constituyen crímenes de apartheid, situación que afecta tanto a palestinos y palestinas con ciudadanía israelí, residentes de Jerusalén, como también a quienes viven en los territorios ocupados de Gaza, Cisjordania y Jerusalén Oriental, los refugiados y los expatriados, siendo segregados del ejercicio de sus derechos humanos más fundamentales.
Lo que hoy en día nos impulsa a hacerle llegar este mensaje es la gran preocupación que nos genera la situación actual. En los bombardeos a Gaza ya se han asesinado a decenas de personas, entre las cuales se encuentran niñas y niños.
Como usted bien conoce, Argentina reconoce al Estado Palestino desde el año 2010, y lo hace “dentro de las fronteras existentes en 1967 y de acuerdo a lo que las partes determinen en el transcurso del proceso de negociación”. Los últimos acontecimientos dejan en peligro terminal la posibilidad de alcanzar la tan anhelada “solución de los dos Estados”, tal como Argentina suscribe en la región.
Todos nosotros, al igual que innumerables instituciones a lo largo y ancho del planeta, nos regimos por lo que la Humanidad en su conjunto definió como valores, normas y patrones de conducta. Nuestro país ha demostrado coraje, valor y coherencia a la hora de elegir qué mundo queremos dejar para las futuras generaciones por el compromiso de Argentina con los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, el cual ha sido demostrado de manera ejemplar con el Juicio a las Juntas y en los actuales juicios de lesa humanidad. Es por ello que le solicitamos a usted y por su intermedio al Gobierno argentino que condene públicamente la expulsión de familias de Jerusalén, la represión en la Mezquita de Al Aqsa y los bombardeos a Gaza por parte del Estado de Israel, y con ello las violaciones a los derechos humanos y al derecho internacional humanitario que sufre el pueblo palestino. Por eso, hoy como ayer instamos a la condena de semejantes crímenes de lesa humanidad, para que los palestinos y las palestinas puedan vivir en libertad y en paz en su propia tierra a partir de su derecho innegable de autodeterminación.
Entendiendo que la comunidad internacional no puede permanecer en silencio y que Argentina tiene en este espacio un lugar comprometido con los derechos humanos de los pueblos y su autodeterminación, solicitamos impulsar las siguientes medidas:
- Adoptar en la Asamblea General de las Naciones Unidas una resolución que renueve el llamado a generar sanciones legítimas y efectivas a Israel enfocadas en el embargo militar, así como a proveer los medios para implementarlas, como contramedida para detener su anexión de facto y de jure de territorios palestinos ocupados y otras graves violaciones de la ley internacional.
- Promover la activación del Comité Especial contra el Apartheid de las Naciones Unidas para abordar el régimen de Israel sobre la población autóctona de Palestina.
- Garantizar la efectividad y actualización regular de la base de datos de las Naciones Unidas de compañías involucradas en negocios en los asentamientos ilegales israelíes.
- Apoyar la investigación de la Corte Penal Internacional sobre los crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad perpetrados en los territorios palestinos ocupados.
Le saludamos con esperanza y a la espera de una pronta respuesta.
COMITÉ ARGENTINO DE SOLIDARIDAD CON EL PUEBLO PALESTINO
Por Héctor Bernardo