El presidente colombiano, Iván Duque, ordenó movilizar nuevamente a las fuerzas militares para despejar las calles y rutas que siguen bloqueadas desde el 28 de abril, cuando iniciaron el paro y las protestas.
Aunque Duque dejó de lado la reforma tributaria con la que pretendía aumentar la recaudación, el Comité Nacional de Paro (CNP) sigue convocando a manifestar para alcanzar objetivos estructurales: acceso a salud, educación y trabajo para una población que, en un 42% vive en condiciones de pobreza.
Con el pueblo en las calles, ambas cámaras del Congreso dieron de baja este miércoles el tratamiento parlamentario del proyecto de reforma del sistema sanitario que favorecía aun más la privatización. Desde muy temprano se llenaron las calles en varias localidades. Bogotá, Medellín, Cali, Villavicencio, Barranquilla y Cartagena, entre ellas.
“La salud no puede seguir siendo un negocio, como se planteaba en la reforma», apuntó Fabián Díaz, del partido Alianza Verde.
El CNP, formado inicialmente por las centrales sindicales a las que se sumaron organizaciones sociales y mingas de pueblos originarios, se ha reunido dos veces con el gobierno, sin llegar aún a ningún acuerdo sobre el pliego llevado 15 días atrás.
La represión estatal se cobró la vida de 55 manifestantes, más de 1.000 detenciones y 16 casos de abuso sexual.
Desde la firma de la paz con las FARC en 2016 los asesinatos han ido en aumento. Según la ONG Somos Defensores, 199 líderes sociales fueron asesinados a lo largo de 2020, un 60% más que en 2019. Los departamentos con mayor número de casos fueron Cauca (52), Antioquia (23) y Nariño (22). En los tres operaban las FARC.