Según un nuevo estudio del Banco Mundial (BM), un porcentaje elevado de trabajadores y empresas de las Economías de Mercados Emergentes y en Desarrollo (EMED) opera en la informalidad: “más del 70 % del empleo total y casi un tercio del PIB”. Agrega además que las empresas informales representan el 72 % de las que operan en el sector servicios.
En “La larga sombra de la informalidad”, el BM recomienda a las EMED “mejorar la gobernanza y el clima para los negocios, simplificar la normativa fiscal para reducir el costo de operar formalmente, y mejorar el acceso a la educación, los mercados y el financiamiento para que los trabajadores y las empresas informales puedan ser lo suficientemente productivos como para pasarse al sector formal”.
La informalidad generalizada “reduce la capacidad de movilizar recursos fiscales para apuntalar la economía” y “la capacidad de los bancos centrales para apoyar a las economías se ve limitada por los sistemas financieros subdesarrollados”, asegura el estudio.
“Los países con sectores informales de mayor tamaño tienen un ingreso per cápita más bajo, más pobreza, más desigualdad de ingresos, mercados financieros menos desarrollados y niveles de inversión más bajos”, señala el estudio que, a la vez, imputa que “las fuertes cargas regulatorias y fiscales y la debilidad de las instituciones han sido importantes factores que han contribuido a la informalidad”.