E l Gobierno nacional publicó ayer el Decreto 427 por el que decidió tomar el control de la vía navegable de los ríos Paraguay-Paraná. La medida otorgó la concesión del mantenimiento del sistema de señalización, del dragado y el control hidrológico a la Administración General de Puertos (AGP).
La decisión genera incertidumbre porque es por un año y puede ser prorrogable hasta la toma del servicio por parte de quienes ganen la futura licitación.
Hace una semana, el ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera, había adelantado esta decisión. “Por 12 meses tendrá un control estatal y comienza a funcionar el cobro del canon por parte del Estado para pagarle a las concesionarias las tareas realizadas, pero no altera y modifica la obra de lo que hoy se viene haciendo”, dijo.
El miércoles 30 de junio, más de 300 referentes sindicales, políticos y culturales se expresaron por la defensa de la soberanía marítima y por retomar el control estatal definitivo de la red fluvial. Fue en el marco de un acto organizado por la Coordinación Nacional de Trabajadores de la Industria, de la CTA Autónoma.
El diputado provincial de Santa Fe, Carlos del Frade, arengó: “Este decreto va a significar quedarnos con una pequeña parte. Para una definitiva independencia, vamos por la soberanía del Paraná. La extranjerización de la riqueza es inversamente proporcional a la pobreza que tenemos en nuestro país”.
“Apuntamos a desarmar la tecnología del saqueo que se impuso en la década del ´90 y ser parte de la construcción de la tecnología de la justicia social que nos merecemos las argentinas y los argentinos”, manifestó el coordinador de la CNTI y secretario de la CTA Autónoma, Adolfo Aguirre.
¿Qué dijo?
Cristian Montaño, secretario de prensa Federación de Aceiteros: «Hay que priorizar las fuentes de trabajo. El Estado debe recuperar los organismos de control como AFIP y SENASA, destruidos por el macrismo. Tiene que haber una inversión del Estado para poner en marcha los astilleros. Se pueden construir las dragas. Hay que estatizar el dragado y balizamiento, con un plan de mediano plazo».