Para el economista Guillermo Robledo, integrante del Observatorio de la Riqueza Padre Arrupe, el acuerdo con el FMI “no resiste un debate en el Congreso con números”.
“De dónde voy a sacar 35.000 millones de dólares por año que suman la deuda externa del sector privado, la deuda con el FMI, con el Club de París y los 15.000 millones que las multinacionales se llevan afuera”.
Para Robledo el problema estructural es que del conjunto de los actores que demandan dólares en la Argentina, el 80% son capitales extranjeros: bancos, empresas, organismos internacionales. Esos suman los 35.000 millones de dólares por año. Y del otro lado solo hay 15.000 millones, que es el máximo superávit comercial anual que puede lograr el país.
“Ese es el único debate que tiene que haber en el Congreso, no puede haber discursos ni palabras bien dichas, no es ideológico, son números: hay un agujero de 20.000 millones de dólares”, dijo también en el diálogo mantenido con el medio rosarino Conclusión.
¿Qué es entonces lo que se pretende?
Por un lado, que en la medida en que Argentina esté afuera del mercado de capitales, esa diferencia no la va a saldar nunca. Entonces, “el planteo del Fondo no solo es un ajuste sino un re endeudamiento”.
“Estos números son públicos, no hay nada ideológico, lo sabe el FMI y lo sabe toda la dirigencia. La pregunta es por qué no se blanquea esta situación”, interpela Robledo.
A ese esquema de endeudamiento agrega que “EEUU quiere que la Argentina se dolarice, ese es el objetivo estratégico que iba más allá de Macri. Para eso primero nos endeudó y ahora pone un acuerdo incumplible” que “genera una crisis y caos para que la sociedad resignada acepte perder su moneda”.
Para Robledo, la situación actual “es un punto de inflexión: no es casual que tantos actores internacionales quieran venir, sean amigos o enemigos”.
¿Con qué se le va a hacer frente porque evidentemente con la institucionalidad no alcanza? –le preguntaron.
-Exacto, con el Congreso está visto que la correlación de fuerza no alcanza. Con un referéndum popular vinculante sobre el acuerdo con el FMI o la investigación de la deuda antes del acuerdo, tenés la masa crítica suficiente para hacerle frente. Tenés un montón de ejemplos de que esa correlación de fuerzas la resolvés con el pueblo expresándose, no por medio de los representantes porque es evidente que no dejamos de retroceder. El referéndum es un mecanismo que está previsto en la Constitución pero no se ha usado en 40 años democracia y los pueblos del mundo cada vez lo utilizan más: Chile acaba de usarlo para la reforma constitucional, Inglaterra se fue del Euro con el Brexit, Islandia no aprobó el acuerdo con el FMI y Grecia también lo hizo igual.
Lo que pasa –cierra Robledo- es que hay que tomar la decisión política de convocar al pueblo. Se necesitan 4 millones de firmas que, si está la decisión de la conducción política, las juntamos en una semana.
Indudablemente soy partidaria d q se dé amplia información sobre la deuda y la negociación,q se investigue y se juzgue la legitimidad y necesidad y condiciones d la misma y q se consulte a la población sobre diferentes alternativas d arreglo