El martes 28 de diciembre de 2021 se abrieron los sobres con las ofertas de las empresas con intención de adjudicarse las tareas de balizamiento de la vía navegable troncal Paraná-Paraguay. Dos oferentes se presentaron en la convocatoria: una fue la argentina Emepa de Gabriel Romero, que formó parte del concesionario Hidrovía que operó la red navegable durante 25 años hasta septiembre de este año, y luego continuó con su trabajo de balizamiento como contratista directo de la AGP. La otra oferta la realizó una UTE integrada por las empresas Pentamar y Sade Electromecánica.
El acto se desarrolló en las oficinas de la Administradora General de Puertos (AGP), actual administradora de la cuenca que fijó la cotización básica oficial en 15,8 millones de dólares más IVA.
EMEPA ofertó 13,5 millones de dólares más IVA, casi 1,7 millones de dólares más baja que la de la UTE.
Con esta información la AGP realizará durante enero una revisión técnica para definir cuáles realizarán el trabajo. Una vez seleccionadas las empresas ganadoras, se procederá a la firma licitatoria que estiman correrá desde marzo a septiembre de 2022 -cuando se debería abrir la licitación final-, aunque con posibilidad de prórroga.
Para el dragado 4 ofertas
Hace dos semanas se realizó el mismo proceso para conocer las propuestas para el dragado. Las cuatro firmas que se presentaron para concursar en la licitación corta del dragado son: la Compañía Sudamericana de Dragados (CDS), empresa local de la belga Jan de Nul que operar en el lugar desde 1995 primero como integrante del consorcio Hidrovía y desde septiembre como contratista directa de la AGP; la local Emepa, asociada con la danesa Rodhe Nielsen encargada del dragado del puerto de Mar del Plata; la UTE conformada por la empresa belga Dredging International, la china CCCC Shangai Dredging y Servimagnus; y la holandesa Boskalis, que cuenta con experiencia en el dragado de algunos canales tanto en Argentina como en Brasil.
Licitación larga
En noviembre el presidente Alberto Fernández designó al intendente de Escobar Ariel Sujarchuk como presidente del Ente Nacional de Control y Gestión de la Vía Navegable. Así puso en marcha al Ente encargado de elaborar el pliego licitatorio definitivo y luego fiscalizar su cumplimiento en la próxima concesión de la ruta fluvial.
Durante los primeros tres meses de gestión la AGP facturó 42,15 millones de dólares con un total de gastos por 37,65 millones de dólares y un resultante neto a cuenta de futuros aumentos de gastos o posibles inversiones de 4,5 millones de dólares, según la propia AGP publicó en su último informe de gestión.
Empresa mixta
Para Carlos Del Frade, periodista y diputado provincial del Frente Social y Popular de Santa Fe “lo que se inaugura es el prólogo de una nueva licitación pública internacional en donde los intereses extranjeros junto a algunos nacionales volverán a hacerse cargo de la administración, control y la planificación de lo que entra y sale del Paraná. En lugar de ser nosotros los que administramos los recursos, te los administran desde afuera. Esto genera la extranjerización de la riqueza y el empobrecimiento adentro. Me parece que es un pésimo negocio”.
Para Del Frade “hay una resignación política, casi filosófica, en creer que Argentina tiene que hacer lo que le dicen las grandes empresas mundiales. Ese es un problema muy serio. Me parece que volvemos al camino de los años noventa, disfrazado con un discurso distinto pero sigue siendo la matriz de los noventa. Es el prólogo de una nueva entrega”.
“Acaban de decir que se recaudaron 4 millones y medio de dólares, sobre un peaje que era en realidad de 300 millones de dólares anuales y una exportación por el Paraná de 30 mil millones de dólares. Estamos lejísimos de recuperar algo. Me parece que es un nacionalismo vacío, ajeno a la realidad. Se profundiza de esa manera el Estado bobo y cómplice”, agregó Del Frade.
La alternativa es “hacer una empresa mixta. El Estado, como nos enseñaron siempre, es el representante legal del pueblo argentino, es el abogado. Ese abogado tiene que defender que por lo menos la mayoría de esas riquezas le queden al pueblo argentino. Yo pretendo una negociación distinta. En lugar de quedarnos hoy con el 15% -siendo muy generosos- del total de las exportaciones, avancemos a quedarnos con un poco más, como pasa en cualquier lugar del capitalismo que generalmente se admira. Por lo menos un 30% o 40% para arriba. Eso sería fundamental”.