E
l Centro de Industriales Panaderos de la provincia de Córdoba (CIPAC) definió ayer un nuevo aumento del precio de referencia del kilo de pan: francés 260 pesos, mignón 290 pesos, bizcochos criollos 450 pesos.
En noviembre de 2021, esos valores eran de 200, 225 y 400 pesos respectivamente.
“Estamos en emergencia”, dijo Marcelo Caula, secretario general de la entidad que anoche reunió 40 participantes de toda la provincia. “Pedían intervención del gobierno nacional en el precio de la harina panadera para el mercado interno”, comentó el dirigente, esta mañana en AM1010 Radio Río Cuarto.
Desde que se fueron a las armas, ni Rusia ni Ucrania están despachando trigo y el precio internacional escaló un peldaño más en la Bolsa de Chicago: 523,69 dólares por tonelada (d/T), tras más de una semana de aumentos y la misma proyección hacia adelante. El precio de venta al mes de mayo y al de julio también saltaron 7,0% y 6,57% en la ronda de ayer y quedaron en 475,46 d/T y de 460,21 d/T, respectivamente.
En la Bolsa de Cereales de Rosario, hace 10 días la tonelada de trigo cotizaba a 28,960 pesos por tonelada. Ayer, 35.390 p/T. “Pero los exportadores y productores están pidiendo entre 40.000 y 45.000 pesos”, destacó Caula.
En Río Cuarto, la bolsa de 25 kilos de harina se bajaba en panadería por 1.250 pesos hace una semana. Hoy, solo por 2.000 pesos.
Y para adelante, no tiene precio, dijo un industrial panadero consultado.
Otro titular de una panificadora, señaló aspectos más graves. “Uno, que se va a ver afectada la calidad del producto y la que finalmente paga el pato es la población, porque con el poder adquisitivo real cada vez más bajo, la calidad de lo que consume es cada vez peor. Otra, que los molinos harineros pueden quedar encerrados entre los altos precios de la materia prima y los precios bajos del producto en el mostrador: si no tienen garantías de que le vayas a pagar, pueden decidir parar la molienda”, aseguró.
Lamentablemente -reflexionó-, en las condiciones económicas actuales es lógico que prime la necesidad. “Con nuestra actividad pasa lo mismo que ves en el mercado de abasto: te encontras con gente que sacó el auto del garage y puso una verdulería para poder tener algún ingreso extra. Mucha gente sin trabajo, pero que quiere trabajar y lo necesita, opta por hacer pan y facturas en su domicilio particular, sin las condiciones sanitarias adecuadas e insumos de calidad”.
Para el economista Horacio Rovelli, este un claro ejemplo de la política económica que aplica el gobierno central. “No puede ser que un cambio en el mercado externo golpee de esta manera la mesa y las condiciones de vida de nuestras familias”.
El propio ministro de Agricultura, Julián Dominguez, festejó el récord histórico del trigo de la cosecha 2021, que es el trigo que se está vendiendo ahora: alrededor de 22 millones de toneladas (mT). Rovelli señala que se autorizó la exportación de 14 mT. “La diferencia de 8 mT tendría que estar disponibe para abastecer el mercado interno. Pero evidentemente no está así de disponible”, señaló el economista y se preguntó: “si lo producimos nosotros, a costo argentino, ¿por qué tenemos que pagarlo a precio internacional?”.
Al hablar en la reciente 66° Fiesta Nacional del Trigo, en la localidad cordobesa de Leones, Domínguez señaló una nueva meta: “producir 25 mT para 2025”. Por eso, dijo, “estamos construyendo un escenario que le brinde previsibilidad a nuestros productores, reglas claras, a quienes invierten y toman riesgo”.
El dirigente de CIPAC aclaró esta mañana que el nuevo precio de venta sugerido para la provincia solo cubre la escalada de la harina, sin contar gas y electricidad, por ejemplo. Y “nos cuesta poder trasladar este precio al público”, agregó.
“Nosotros nunca suspendimos las ventas por no tener un precio acorde a lo que necesitamos. Ustedes saben que otros sí lo han hecho”, recordó Caula y volvió a pedir por la intervención de los gobiernos en todos los niveles: nacional, provincial y municipal.