El acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es “insostenible desde el punto de vista social y la experiencia del macrismo generó una conciencia crítica” en la sociedad. Lo dice Lucas Molinari, militante social y periodista en el programa “Punto de Partida” emitido por Radio Gráfica, quien aclara que aún “no se le quitó el apoyo al gobierno por el recuerdo de lo que significó el macrismo, pero también hay un debate presente en muchos espacios de cuestiones que no tienen que darse”.
Esto es parte de las contradicciones que Molinari describió en su último Panorama Sindical en el portal de Radio Gráfica. “Habrá mucho conflicto y hay que ver qué pasa con las revisiones que irá haciendo el FMI y como la crisis internacional se desenvuelve”, señaló.
¿No nos encierra este acuerdo, cuando se podría haber pospuesto dado también la situación internacional?
Hay que hacer el recuento de cómo sucedieron los hechos: el ex presidente Mauricio Macri endeudándose de manera brutal, las 14 toneladas de piedras arrojadas en 2017 (en las movilizaciones el Congreso contra la reforma previsional) y, en el 2018, el acuerdo con el FMI, porque ya veían que se venía un cambio de gobierno.
¿Por qué creés que el gobierno optó por el mismo?
Al comienzo de este gobierno nosotros planteábamos peronismo versus desarrollismo como una manera de marcar la discusión dentro del Frente de Todos (FdT). Ahí ganó el desarrollismo expresado en (Martías) Kulfas, (Martín) Guzmán y no hubo otros sectores como el kirchnerismo planteando otra situación, ni siquiera la institucionalización del FdT, como planteaban sectores de la Corriente Federal de Trabajadores (CFT), ni tampoco empujaron debates que se plantearon.
Por ejemplo, Cristina Fernández planteó en febrero de 2021, en Cuba, que debía haber quita de deuda. En 24 horas le contestaron desde el FMI. No hubo reflejo ni de la dirigencia intermedia, ni de la militancia. Hay un problema de un posibilismo que se instaló en la dirigencia que está en torno a la cosa política, pero va discutiendo en función de un pragmatismo que llega a justificar cuestiones que van en contra de la propia doctrina justicialista o peronista.
¿Y por qué los diferentes sectores sindicales adhieren a este acuerdo, siendo que las consecuencias van a ser las que se dicen?
En el mundo sindical hay mucha defensiva, pero falta ofensiva. En peleas como Vicentín no se logró estructurar una ofensiva. Cierto que la pandemia trastocó mucho. Y en la situación del FMI hubo un retraso en dar un debate a fondo.
El gobierno desperdició una oportunidad e hizo lo contrario de lo que había generado Nestor Kirchner, aunque ahora lo recuerden. Néstor lo que hizo fue cuidar cada reserva, cada dólar; acá lo que se hizo es desperdiciar récord de cosecha que están en manos de las corporaciones. Hace falta un espacio de discusión política militante y del movimiento obrero. Las regionales de CGT son una herramienta, para gestar encuentros de debate de soberanía. Si hasta ahora veníamos intentando recuperar el río Paraná, recuperar cierto control del comercio exterior, lo que se viene va a ser mucho más duro y vamos a tener que hacer una buena lectura del escenario internacional. Tenemos que prestar mucha atención porque, a 40 años de la guerra de Malvinas, lo que se expresa como tendencia a profundizarse es que vienen por todo.
Molinari destacó las movilizaciones con banderas celestes y blancas planteando “Patria o FMI” que se están realizando esta semana. “Hay que ver cómo se logra sintetizar estos planteos. No creo que las 10 revisiones del FMI estén sin un nivel alto de conflictividad, la conflictividad será alta porque el FMI vino para hundirnos”, concluyó.