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a semana pasada el directorio de Vicentin presentó a sus accionistas una oferta de reestructuración que fue aprobada por mayoría: la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Molinos Agro (del grupo Pérez Companc) y Viterra Argentina se quedarían con el 95% de la cerealera.
La decisión espera aún el visto bueno del Juzgado Civil y Comercial N°2 de Reconquista, sede de la empresa.
Para el diputado provincial Carlos del Frade, “esta triple alianza no hace más que corroborar la triste y lamentable extranjerización del comercio de granos”.
El Banco de la Nación Argentina ya tenía el informe sobre Vicentin, los motivos de su crisis y los grupos empresariales que aprovecharon para sacarle jugo y expandirse.
A fines de 2020 la sección Agricultura de la minera Glencore, con sede en Holanda, pasó a llamarse Viterra y su compañía local, Oleaginosa Moreno Hermanos, Viterra Argentina.
Esta firma tiene operaciones en 37 países y en el país conforma una red junto con SAMSA, Renova y Molisa, que alcanza 65 localidades de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, La Pampa y Corrientes. Produce, procesa y comercializa productos agrícolas, con plantas industriales, de acopio y puertos de embarque para la exportación.
ACA es hoy el mayor comercializador de los cereales y oleaginosas que salen del país, con 24 millones de toneladas de granos anuales (casi 20% del total). Pero está presente a lo largo de toda la cadena de valor con múltiples alternativas entre la producción primaria y la bolsa de valores.
En 1964 se asoció con Federación Nacional de Cooperativas Agrícolas en Japón ZEN-NOH, que en 1979 puso su primera oficina en EEUU y en la actualidad conforma 8 nuevas empresas fuera de su país. En 2021, la agrícola japonesa fue la quinta empresa cooperativa del mundo por volumen de facturación, con 55.130 millones de dólares. En 2011, la firma ZEN-NOH ACA abrió finalmente su propia oficina en la región especial china de Hong Kong. Hacia oriente es donde va más del 40% de los granos que vende la cooperativa argentina.
ACA tiene también un convenio con la Federación de Cooperativas de Producción del Paraguay (FECOPROD) y es propietaria de dos sociedades anónimas de apoyo a su comercio exterior (importación y exportación): Fisway y Kesi Tradong Limited, radicadas en Uruguay y Hong Kong respectivamente.
Sus entidades de primer grado están radicadas en 600 localidades de 12 provincias y alcanzan una red de 50.000 productores a la que proveen también de insumos como semillas, fitosanitarios, fertilizantes, combustibles y productos para la nutrición y la salud animal.
La «cooperativa de cooperativas» es propietaria de 4 puertos (Vilelas, Chaco; San Lorenzo y Timbues, Santa Fe; Quequén, Buenos Aires), 9 barcazas y 1 remolcador para bajar la producción por el río Paraná, 2 plantas de producción de semillas y 1 granja de cerdos de 2.900 madres, en San Luis, y otras plantas industriales: de alimentos balanceados en San Nicolás (Buenos Aires), de silobolsas en General Pico (La Pampa), de biocombustible en Villa María (Córdoba), 2 frigoríficos (Alimentos Magros, en Justiniano Posse y FRIDEVI, en el Parque Industrial de Viedma, de Río Negro), una planta de recuperación y valorización de residuos plásticos en Cañada de Gómez, y un molino harinero en Entre Ríos.
ACA Valores, también sociedad anónima, es el agente de bolsa e intermediación bursátil del grupo. Recientemente, en diciembre de 2021, estrenó su participación en el mercado de futuros Matba-Rofex, con contratos de soja y de divisas.
Hace 100 años, 11 cooperativas agrícolas fundaron ACA para “aprovisionar de insumos al hombre de campo desplazando al almacén de ramos generales, asegurar y comercializar en condiciones ventajosas la producción de los asociados, liberándolos de los acopiadores y de empresas extranjeras como Bunge y Born y Dreyfus”. Hoy constituye un grupo económico cooperativo propietario de más de 20 sociedades.
Fuga
Del Frade, referente del Frente Social y Popular en Santa Fe, había advertido que la cesación de pagos y en concurso preventivo de acreedores declarado por Vicentin en diciembre de 2019, “fue una maniobra de vaciamiento, con lavado de dinero, fuga de capitales, sobrefacturación de importaciones, subfacturación de exportaciones, contrabando y distintos ilícitos que están siendo investigados. Venden lo que queda de la empresa, se retiran del negocio, incluso quedan en la lista de acreedores a cobrar, con lo cual construyen impunidad, queda absolutamente impune este fenomenal delito que consistió en 791 millones de dólares de fuga de dinero que era del Banco Nación, y eran del pueblo argentino”.