Hoy estarían acá las y los 30.000 y muchas cosas no pasarían, porque estarían luchando al lado de ustedes con todas sus fuerzas. Seguramente no aceptarían al FMI, junto a ustedes». Fueron palabras de Nora Cortiñas, una de las fundadoras de Madres de Plaza de Mayo, este 24 de marzo en el cierre de la movilización en repudio del golpe cívico-militar de 1976, del terrorismo de estado y de la continuidad del terrorismo económico contra el pueblo desde entonces. En todo el país hubo marchas y concentraciones similares.
Un día después, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó finalmente el acuerdo por 45.000 millones de dólares para refinanciar la devolución del acuerdo Stand By de 2018 firmado por Mauricio Macri. El preacuerdo técnico con el plan de política económica del gobierno, data de inicio de marzo.
Tras la noticia, la Autoconvocatoria por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda recuperó en un comunicado «la minuciosa descripción de Rodolfo Walsh en su Carta Abierta a la Junta Militar«, escrita en1977, en la que señala: «En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada».
«Hoy, 45 años después», el FMI acaba de aprobar el acuerdo recientemente refrendado por el Congreso Nacional para ponerle un “Punto Final” de gravísima impunidad a la estafa armada por el gobierno de Macri», dice el texto.
A propuesta de la actual oposición, hace una semana el Congreso solamente autorizó al presidente -mediante una ley con un solo artículo– a renegociar el empréstito, pero sin ninguna especificación ni limitaciones ni compromisos precisos. «Los que lo votaron, son traidores al pueblo», dijo la referente Cortiñas, madre de un militante del PJ desaparecido en 1977.
El nuevo plan de Facilidades Extendidas (EFF) otorgado por el FMI prolonga hasta 2034 la devolución del anterior, haciendo entregas puntuales a término para cubrir cada vencimiento del Stand By pautado entonces.
Inicia así «un nuevo ciclo de toma de fondos para pagar deuda odiosa, a condición de cumplir a rajatabla las condiciones de ajuste sobre nuestra economía», expresan las organizaciones autoconvocadas contra el pago al Fondo.
Sucede que en el plan de política económicas, este gobierno se compromete a ir cumpliendo límites de déficit primario (es decir, del gasto público previo al pago de deuda), reducciones del financiamiento de Tesoro vía emisión monetaria (la fábrica y colocación de billetes sigue funcionando para el mercado de cambio de dólares y Letras en manos de los bancos, aumento de la recaudación vía impuestos, recorte de subsidios para servicios públicos y suba de tarifas) y aumento de las reservas en el Banco Central (inmovilizar, aumentar y dejar allí disponible y en dólares, el saldo de la economía argentina).
EL Fondo, por su parte, evaluará cada tres meses el cumplimiento de esas metas y decidirá la realización, o no, de cada desembolso.
«En el marco de una crisis económica en crecimiento, con una inflación sin perspectivas de frenar, sin lugar para aumentos de tarifas, ni para retrasar medidas de asistencia a los millones de hogares hoy por debajo de la canasta básica de alimentos, decimos una vez más: ¡Ni un peso más para el Fondo Monetario! ¡Las estafas no se pagan!», indicaron.
El planteo de las organizaciones es «suspender los pagos de inmediato, investigar los delitos cometidos y sancionar a los responsables». Es una medida para ir «recuperando así nuestra soberanía para empezar a reordenar la economía en función de las necesidades y derechos de los pueblos y la naturaleza, lejos del ajuste, del saqueo extractivista, y la precarización laboral y jubilatoria exigidas por el FMI».
«Los desaparecidos son nuestros, no son solo de las madres, de los padres o de los familiares. Hoy los tenemos acá presentes con ustedes, mujeres y varones», dijo Cortiñas y agregó que «hoy dirían no a la entrega de la soberanía». Por eso, «seguiremos luchando para defender la patria», señaló Cortiñas también en la Plaza el pasado 24 de marzo.
En 1977, Walsh señalaba que la política económica para la que llegó la Junta, «dictada por el Fondo Monetario Internacional según una receta que se aplica indistintamente (…) sólo reconoce como beneficiarios a la vieja oligarquía ganadera, la nueva oligarquía especuladora y un grupo selecto de monopolios internacionales”.
Y describía la novedad de entonces que se hizo moneda corriente: «el espectáculo de una Bolsa de Comercio (…) donde hay empresas que de la noche a la mañana duplicaron su capital sin producir más que antes, la rueda loca de la especulación en dólares, letras, valores ajustables, la usura simple que ya calcula el interés por hora, son hechos bien curiosos bajo un gobierno que venía a acabar con el “festín de los corruptos”.
LA DEUDA ES CON EL PUEBLO