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l Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) ratificó ayer la movilización del próximo 17 de agosto desde el Obelisco hacia la Plaza de los Dos Congresos en rechazo de “la especulación económica” contra “los formadores de precios que agudizan el proceso inflacionario y la pobreza”.
La semana pasada, en mesa chica de CGT en la sede de UPCN, los sectores denominados “Gordos” e “Independientes” y sin el sector de Pablo Moyano, resolvieron la medida. El propio Abel Furlán, secretario general de la UOM, se quejó por la falta de participación en la toma de decisiones, ya que se enteró de la movilización como noticia dada por los medios de comunicación.
Esa semana, Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (Uocra) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) se reunieron con la vicepresidenta Cristina Fernández, en su despacho del Senado y hablaron de “la necesidad de armonizar el ambiente político” del Frente de Todos (FdT) y garantizar la “estabilidad económica”.
En la reunión de ayer, que deliberó durante casi cuatro horas en el histórico edificio de Azopardo al 800, se habló de la dura coyuntura política y económica por la que atraviesa la Argentina y se condenó la “avaricia inconmensurable de los formadores de precios, que provoca la profundización del proceso inflacionario y los alarmantes índices de pobreza entre los sectores más vulnerables”.
Pero también, buena parte del debate se centró en el punto de llegada de la movilización de agosto, ya que un sector del consejo directivo propuso marchar de forma masiva hacia las sedes de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación Empresaria Argentina (AEA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA), lo que luego fue desestimado.
“Esta crisis tiene origen fundamental en el endeudamiento que generó el gobierno anterior tanto con los bonos privados como con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que secaron las arcas de divisas del BCRA”, dijo Héctor Daer, triunviro de la conducción de la CGT, en la conferencia de ayer.
Su par Pablo Moyano, adjunto nacional del gremio de Camioneros, había señalado que la decisión cegetista de volver a las calles será “un mensaje a la clase política” y que esa marcha “no se realizará ni a favor ni en contra del Gobierno”.
“La CGT defenderá al presidente Alberto Fernández y a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner hasta el último día del mandato”, aseguró Moyano, aunque admitió que “el Gobierno comete errores, como no haber demostrado fortaleza para sentar a los formadores de precios y decirles que se dejen de joder con la comida”.
La CTA de los trabajadores, liderada por el diputado nacional Hugo Yasky, respaldó la movilización. “Es preciso comenzar un proceso de movilizaciones para que los sectores populares ganen la calle”, dijo Yasky.
Debilidad
Omar Plaini, secretario general de Canillitas y dirigente de CGT, dijo que “hay mucha debilidad institucional. Hay mucha medio-cridad y deterioro en la política en general que pone en riesgo incluso la estabilidad democrática que logramos pero que no logramos macroeconómicamente”.
Fue hace cinco días en el programa Marca de Radio. Plaini señaló además que “no se discuten ideas, se discuten personas. Las mismas tensiones que tenemos en la coalición gobernante, en la opositora y también en el movimiento sindical aunque no es nuestra responsabilidad porque nosotros no gobernamos”.