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esde principios del año pasado, los precios mundiales del petróleo se duplicaron, los precios del carbón casi se cuadruplicaron y los precios del gas natural en Europa aumentaron casi siete veces”, afirma el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En ese marco, recomienda a los países europeos segmentar el aporte que hace el Estado a los consumidores de servicios energéticos para proteger sólo a los más vulnerables: pasar los controles de precios generales a un alivio específico”.
“Dado que es probable que los combustibles fósiles sigan siendo caros durante algún tiempo, los gobiernos deberían permitir que los precios minoristas aumenten -dice el FMI en su informe- para “acelerar la transición verde y alejarse de los combustibles fósiles” y para “proteger a los hogares más pobres” mientras tanto. Es decir, dejar que el costo corra por cuenta del consumidor y de esta forma se promueve un ahorro de energía y eventualmente traspaso a energías renovables o más eficientes.