Toda la política económica del actual ministerio encabezado por Sergio Massa se reduce a disminuir el gasto público, para lograr la ansiada meta de un déficit fiscal del 2,5% del PIB. Pero tras de ello lo que se hace es la reducción del Estado y que no pueda cumplir acabadamente con su rol de regulador (establecer las reglas de juego) y de control de la actividad económica.
Y se procede al ajuste fiscal para que sea el capital más concentrado (nacional o extranjero) quién ejerza el control de las industrias básicas, las finanzas y el comercio exterior, que se logra si esas actividades están en manos privadas, que por la ley de concentración y centralización de capitales termina en monopolios.
Monopolio de la tecnología y del conocimiento, necesidad de importar insumos industriales estratégicos (coeficiente técnico de importación), necesidad de recurrir al endeudamiento condicionando el presente y el futuro del país.
Una economía cada vez más dualizada, donde se integra al mundo pero a costa de la desintegración interna, empujando a la marginalidad a amplios sectores de la población.
El trasfondo de los créditos del BID y del Banco Mundial es el acuerdo de explotación de nuestros recursos naturales al capital extranjero, no otra cosa es el acuerdo que en los EEUU arriba la comisión encabezada por el ministro Sergio Massa con las empresas Rio Tinto y Livent[1] en la explotación del litio y minerales raros en nuestra puna.
Igual tenor los acuerdos con las empresas petroleras que incluye la construcción de un oleoducto entre Vaca Muerta y el puerto Punta Colorada de Sierra Grande, en la provincia de Río Negro, en forma conjunta con YPF SA, con una inversión total estimada en 1.260 millones de dólares. El ducto transportará 60.000 metros cúbicos por día, equivalente a 372.000 barriles de crudo, y se extenderá a lo largo de 700 kilómetros, de los cuales 635 serán en territorio rionegrino. El embarque de la producción será mediante mono boyas offshore ubicadas a unos 6,7 kilómetros de la costa. La capacidad prevista será muy superior a la que dispone actualmente el sistema de Oleoductos del Valle (Oldelval), que une Vaca Muerta con Puerto Rosales, en el complejo marítimo de Bahía Blanca, que transporta unos 36.000 metros cúbicos/día. En ese marco se calcula que a través de la estación portuaria rionegrina se podrá despachar, a partir de 2025, un buque cada cinco días con capacidad para 390.000 metros cúbicos, lo que a nivel anual podría sumar un volumen total de 25 millones de metros cúbicos, equivalente a 155 millones de barriles de petróleo.
En los EEUU Sergio Massa acompañado por la secretaria de Energía, Flavia Royón; el presidente de YPF, Pablo González; Agustín Gerez, presidente de AIEASA (ex Enarsa), y Alejandro Monteiro, ministro de Energía de Neuquén, se reunió con los referentes de las empresas con interés en Vaca Muerta como Chevron, Shell, Exxon, Total, Pan American Energy, Axion entre otras, habló de un marco regulatorio para las petroleras para ampliar el desarrollo de Vaca Muerta a cambio de permitirles tener una mayor disponibilidad de divisas para girar utilidades al exterior, que era algo que vienen reclamando las petroleras afectadas por el cepo.
Tanto la explotación del litio y los minerales raros de la puna, como la extracción de petróleo y gas, nos remite a las obras de infraestructura, de los ferrocarriles y del puerto de Buenos Aires que realizaron los ingleses a fines del siglo XIX para el país de las vacas y trigo, que le proveía de alimentos baratos a los trabajadores de sus industrias.
El gobierno de Alberto Fernández no investigó la evasión fiscal y la fuga de capitales de la gestión de Cambiemos y paga los intereses de una deuda que no benefició a la población.
Tampoco supo preservar las reservas internacionales del BCRA cuando obtuvo un fuerte superávit comercial en 33 meses de su administración que supera los 32.000 millones de dólares y, empleó la dos tercera parte de ese superávit, para que las empresas privadas paguen sus deudas, razón por las que el BCRA les vendió los dólares de las reservas internacionales a precio oficial. Empresas que habían comprado divisas en la gestión de Cambiemos y sin embargo le vendió los dólares para que paguen sin reclamarle que utilicen los fondos que habían comprado entre 2016 y 2019.
Todo la política de dilapidar las reservas internacionales hace que se subordine a la lógica de un modelo extractivista, agropecuario, automotriz exportador, en desmedro de un modelo nacional que crece en base a su mercado interno y apuntala el trabajo y la producción local.
[1] La Dirección General de Aduana (DGA) denunció una maniobra de subfacturación en la exportación de carbonato de litio de la empresa estadounidense Livent Lithium, que es la primera empresa del país en producir carbonato de litio con el proyecto Fénix en el Salar del Hombre Muerto. La investigación arrojó que entre 2018 y 2019 la minera generó un perjuicio de US$ 8 millones en derechos de exportación y le aplicó a la empresa involucrada en las operaciones una multa de $ 6.700 millones.