E
l calendario de diciembre está colmado de huelgas en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Por caso, este martes fue la de unos 40.000 ferroviarios, este jueves y el próximo 20 de diciembre, la de 100.000 enfermeros en 76 hospitales y centros de salud del Servicio Nacional de Salud (NHS).
Ambas, se enmarcan en una lucha que desde hace varios meses vienen dando los trabajadores (además de los nombrados, maestros, personal postal y abogados) para recomponer el salario frente a la alta inflación de los precios que llegó a 11,1% en octubre pasado, el punto más alto en 41 años.
La Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS) registró justamente en ese mes la cantidad de huelgas más alta desde noviembre de 2011, cuando los trabajadores del sector público se opusieron a las reformas de las pensiones. Algunos de los conflictos en el sector privado fueron resueltos pero el gobierno sigue negando mejoras en el sector público. Y además, plantea endurecer las leyes para dificultar las medidas de fuerza.
La misma ONS dio cuenta de que los salarios privados crecieron 6,9% en un año y 2,7% los del sector público.
Para el nuevo ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, aumentar los salarios para igualar la inflación solo empeoraría el problema.
RMT, sindicato que agrupa unos 40.000 trabajadores del ferrocarril informó que el 63,6 % votó el rechazo de la última oferta de 5% de aumento.
Los enfermeros están pidiendo 19% y el gobierno solo ofrece 4%. Así llegaron al primer paro de actividades en 106 años de historia del Real Colegio de Enfermería (RCN).
«Es un día trágico para la enfermería, para los pacientes y para las personas de esta sociedad», dijo la directora del sindicato Pat Cullen. Agregó que con bajos salarios, los trabajadores luchan para llegar a fin de mes, hay escasez de personal y una atención insegura para los pacientes.