El primero que propuso la dolarización en la Argentina, en una situación bastante semejante a la actual, fue Stanley Fischer, y se lo propuso a José Luis Machinea cuando éste era el ministro de Economía de Fernando de la Rúa a fines de noviembre del año 2000. Por supuesto que De la Rúa y José Luis Machinea le hubieran dicho que sí, porque el FMI organizó lo que se llamó el blindaje, o el primer blindaje, con aportes del BID, del Banco Mundial y del gobierno de España.
El mayor inversor extranjero de la Argentina en esos años era España, tenía YPF, tenía Telefónica, tenía Aerolíneas y un grupo de bancos privados que operaban en el país. El blindaje financiero finalmente se aprobó en el mes de diciembre del 2000 y alcanzó los 38.000 millones de dólares, que se iban a pagar con un interés del 8% anual. El blindaje solo permitió frenar la situación hasta marzo del 2001.
En marzo del 2001 se hizo insostenible, entonces José Luis Machinea renunció y lo reemplazó Ricardo López Murphy, quien duró solamente 15 días, porque lo primero que quiso hacer fue echarle la culpa al fisco, al producir un fuerte ajuste fiscal, con recorte del 5% del presupuesto para educación, bajar las jubilaciones y pensiones, postergar el pago de sueldos y privatizar el Banco Nacional Argentina. Lo reemplazó Domingo Cavallo y la crisis ya no tuvo fin. Ante los incumplimientos del severo acuerdo firmado con el FMI en noviembre, la subdirectora del FMI que había reemplazado a Stanley Fischer, Anne Krueger, anunció que Argentina no recibiría más fondos y esto provocó el pánico bancario que Cavallo respondió con el corralito.
Una situación similar estamos viviendo ahora, cuando va el ministro Sergio Massa al FMI para conseguir un crédito puente de 5.000 millones de dólares. El FMI no le dio un centavo. Ante la segunda propuesta, que era que se adelanten en abril, mayo y junio del 2023 los 10.793 millones de dólares de facilidades extendidas, firmado y autorizado por la ley 27.668.
El FMI propone que sea a cambio otra vez de la dolarización. ¿Por qué decimos esto? Porque en su momento, los que proponían la dolarización eran sobre todo las empresas extranjeras que tenían mercado cautivo, las que habían privatizado las empresas públicas. Y también estaban los acreedores que querían cobrar en dólares, pero el frente interno era mucho más poderoso porque todos ellos quieren que le den más pesos por dólar, pero tiene un límite y el límite es que no le deprecien el activo que ellos tienen. Hoy se vuelve a repetir la misma situación, nada más que esta vez detrás del FMI y los que están presionando de verdad por la realización son los grandes fondos de cobertura que son a su vez fuertes tenedores de títulos de deuda en Argentina. Como BlackRock, Franklin Templeton. Y los que se oponen son principalmente los bancos que operan en el país, inclusive los bancos españoles, como Santander y BBVA, porque ellos operan con pesos, y estarían implosionados por esta situación.
En este momento BlackRock y los otros fondos de cobertura quieren destruir los bancos, por eso cuando se cayó el Silicon Valley rápidamente el HSBC fue y compró la sucursal de Londres. Y rápidamente el otro banco estadounidense terminó de comprar a Silicon Valley. Y lo mismo pasó en Suiza. Los fondos quieren quedarse con el negocio de los bancos. Entonces acá se van a oponer los bancos locales y los grupos económicos como Techint, los Perez Compánc, Molinos Río de la Plata, Bulgheroni con PAE, Aluar, Arcor.
¿Por qué? Porque ellos tienen más activos acá. Los dólares que fugan los quieren traer devaluados, pero no al costo de lo que significaría la deuda de estación. ¿Por qué el costo de la deuda de estación? Un simple cálculo. Tomamos el balance mensual del Banco Central al 31 de marzo del 2023. El total de la base monetaria del 31 de marzo de 2023 es un poco más de 5 millones de pesos. Al tipo de cambio oficial de 225 pesos son casi 25 mil millones de dólares. Las reservas netas más los títulos del tesoro a precio de mercado que tiene el BCRA son 6.000 millones de dólares.
Si dividimos 25 dividido por 6.000 nos da un tipo de cambio de arriba de 4.000 pesos. El tipo de cambio oficial está hoy a 225 pesos y si hacemos la dolarización nos da arriba de 4.000 pesos por dólar. Quiere decir que aquella persona que cobraba 225 mil pesos, pasa a cobrar 55 dólares, pasa de cobrar 1.000 dólares a 55 dólares, y lo mismo pasa con los activos de las empresas. El activo de Techint de 3.000 millones de dólares pasaría a valer 400 millones de dólares o menos. Por eso es la razón que estos grupos se oponen. Y por eso Millei, que es un payaso, repite a Stanley Fischer, que es un referente de la escuela neoclásica y ha escrito libros de Macroeconomía. Millei repite como loro lo que no sabe.
Muy buena nota. Esclarecedora y esperanzadora.
Hay que exibir el grave engaño de lo que significa dolarizar para la gran mayoría de los argentinos y para la producción y el trabajo en Argentina, que son la bases de la verdadera democratización de nuestros territorios.