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a empresa fabricante de procesadores Intel anunció esta semana la radicación de nuevas plantas en tres puntos distintos del globo: Polonia, Alemania e Israel.
En la localidad polaca de Breslavia, invertirá 4.600 millones de dólares para levantar una planta y aumentar su capacidad de ensamblaje y testeo de chips en Europa. En un comunicado, señaló que de esta manera ayuda a la Unión Europea a construir una cadena de suministro de los semiconductores más resiliente. Mientras que sus fábricas de Alemania e Irlanda Intel producirá obleas, que sirven de base para los microchips, la planta polaca cortará esas obleas en chips individuales y los ensamblará y probará antes de enviarlos a sus clientes.
En Israel, desplegará 25.000 millones de dólares para un emplazamiento en la ciudad de Kiryat Gat (sur), que comenzará a producir en 2027. A cambio, la empresa estadounidense recibirá una subvención del 12,8% de su inversión, según marca la ley local de fomento a las inversiones de capital. Intel opera en Israel desde la década de 1970 y emplea allí a unas 12.000 personas. La empresa se reconoce como “el empleador y exportador privado más grande del país y líder de la industria local de electrónica e información”.
“Es la mayor inversión jamás realizada por una empresa internacional en Israel”, dijo su primer ministro Benjamín Netanyahu. “Demuestra la fortaleza de la economía libre que hemos construido aquí y de la economía tecnológica que se desarrolla aquí”, agregó.
El desembolso de Intel en Alemania también será el mayor de su historia proveniente del sector privado extranjero. Son 30.000 millones de euros para levantar dos fábricas de chips en la ciudad de Magdeburgo.
El gobierno alemán de Olaf Scholz puso una elevada cantidad de dinero público en subsidios: 10.000 millones de euros aproximadamente. Así, avanza con la ejecución de la Ley de Chips aprobada por la UE, que prevé que el 20% de la producción mundial se realice puertas adentro para depender menos de Asia.