E
l juez José António Dias Toffoli del Tribunal Supremo (STF) de Brasil anuló este domingo las pruebas utilizadas en el caso por el cual Luiz Inácio Lula da Silva estuvo preso desde abril de 2018 hasta noviembre de 2019. En su dictamen calificó lo actuado como “uno de los mayores errores judiciales de la historia del país”.
Se trata de la revisión de las instrucciones iniciadas en 2013 por el entonces juez Sergio Moro, en el marco de la llamada operación Lava Jato. Con la colaboración de la constructora Odebrecht que ofreció pruebas, el actual mandatario fue acusado y condenado por corrupción y lavado de dinero.
En junio de 2021, el STF anuló la sanción por considerar que Moro había actuado con parcialidad. Lula pudo así participar de las elecciones presidenciales de 2022, derrotando a Jair Bolsonaro. El militar retirado ganó los comicios de 2018, con Lula preso y en su mandato designó a Moro como ministro.
“Se firmaron cientos de acuerdos de clemencia y pactos de culpabilidad como medio ilegítimo para meter en la cárcel a personas inocentes”, señala el dictamen del juez Toffoli.
Los acuerdos de delaciones firmados entonces entre el Ministerio Público Federal y Odebrecht, que entonces cambió su nombre a Novonor por cuestiones de imagen, deberán volver a jueces de la primera instancia para revisarse.
Por Lava Jato, decenas de empresarios de la construcción civil y proveedores de la petrolera estatal Petrobras, y numerosos políticos fueron entonces a prisión.
Fue “un montaje -concluyó el juez- fruto del proyecto de poder de determinados agentes públicos en su objetivo de conquistar el Estado por medios aparentemente legales, pero con métodos y acciones contrarias a la ley”.
Y consideró el caso como “el verdadero huevo de la serpiente (…) incubado por autoridades que abusaron de sus funciones, actuando en connivencia para atacar instituciones, autoridades, empresas y objetivos específicos”.