El argumento de la maquinita parece que no funciona para explicar la inflación argentina. Pero como la propaganda ha sido tan persistente durante muchísimos años, la mayoría de los mortales compró a ojos cerrados esa explicación.
El día 7 de diciembre de 2019, antes de la asunción de Alberto Fernández, la base monetaria (1) era de 1 billón 567 mil millones de pesos. Actualizando esa cifra por inflación hasta fines de noviembre de 2023 para poder compararla con lo que hay en este momento, tal monto es equivalente a 13 billones 803 mil millones de pesos. En otras palabras, la base monetaria que dejó Macri era de casi 14 billones de pesos a moneda de hoy.
El último balance semanal del Banco Central (disponible el 25/11/2023) dice que la base monetaria era de 7 billones 733 millones de pesos al 15 de noviembre de 2023.
Esto nos dice que la base monetaria actual es menor que la que dejó Macri porque es apenas 56% de aquel valor de diciembre de 2019 actualizada a precios de hoy.
Expresado de otra manera: lo evidente es que el gobierno de Alberto Fernández está dejando una masa de dinero circulante sensiblemente menor a la que dejó Macri. Parece que la maquinita en vez de emitir dinero en forma neta, lo que hizo es triturar dinero en forma neta, sacarlo de circulación, esterilizarlo.
En buena medida, esa esterilización se hizo convocando a los bancos para que suscriban LELIQs. Parece entonces que la emisión descontrolada no existió: hubo una contracción brutal de dinero circulante y la inflación no se enteró de esto.
* Sergio Arelovich. Economista y Contador Púbico, investigador en MATE
(1) Compuesta por el dinero en circulación más los depósitos en pesos que las entidades financieras tenían en sus cuentas corrientes abiertas en el banco central.
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