Los maquinistas iniciaron este martes una huelga que durará hasta el próximo lunes: será la más larga de la historia e impacta sobre el resto de Europa. Es la cuarta medida que realiza el sindicato GDL en un los últimos tres meses en lucha con Ferrocarriles Alemanes (DB) por actualización salarial y reducción de la jornada.
La presión es importante y se suma a las protestas de los agricultores iniciadas también a fines de 2023. “La economía alemana está en medio de una recesión y puede volverse más grave con la huelga”, apuntó Michael Grömling, director de estudios coyunturales del del Instituto de la Economía Alemana (IW).
La empresa ofrece una suba del 4,8% a partir de agosto y un 5% a partir de 2025, más un bono único de 2.850 euros para compensar la inflación que cerró 2023 en 6,1% interanual: alta como en todo el viejo continente. Con respecto a jornada plantea pasar de 38 a 37 horas desde 2026.
GDL plantea que sean 35 horas, una actualización salarial de 555 euros mensuales y bono de de 3.000 euros.
La medida paraliza el transporte de pasajeros y de cargas por lo que frena la producción en otras ramas (sobre todo automotrices y química) y empresas del resto de Europa que transportan mercancías e insumos sobre los rieles alemanes.
DB informó que alrededor del 80 % de los trenes de larga distancia han sido cancelados. El IW estima un impacto económico de 1.000 millones de euros.
Alemania registró dos recesiones técnicas (tres meses consecutivos de caída de la actividad) a lo largo de 2023. Uno de sus motivos, el enfriamiento económico inducido por el Banco Central Europeo (BCE) subiendo las tasas de interés de 0% a 4,5% en dos años, para intentar frenar la inflación en todo el continente. Otro, la caída en la actividad también en el mercado mundial. China y EEUU son los principales socios de origen y destino del comercio exterior alemán.