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atos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis) muestran que la producción industrial cayó 1,5% en 2023 respecto a 2022, con mayores descensos en actividades de gran consumo energético y en la producción de energía misma. Además, es el segundo año que toda la economía va en baja: en 2023 el PBI cayó 0,3%. En enero, el presidente de la Asociación de Empresarios Alemanes, Rainer Dulger, dijo que los empresarios de este país europeo perdieron la confianza en la coalición gobernante que ignora los intereses de la economía permitiendo, en cambio, que prolifere la burocracia.
El empresario señaló que el gasto en seguridad social ha aumentado espectacularmente en los últimos años, mientras que los trabajadores y sus empleadores se ven obligados a pagar elevados impuestos.
El planteo coincide con la huelga de miles de productores agrícolas agricultores que se prolongó durante una semana, contra el plan de las autoridades de retirar las exenciones fiscales al diésel.
La revuelta de los agricultores alemanes se debe a la difícil situación económica del país por la negativa a comprar el gas ruso, al fuerte aumento de los costos de producción por la transición verde y a las importaciones masivas de productos a bajos precios procedentes de Ucrania.
A finales de enero, el partido Alianza Sahra Wagenknecht (BSW), de corte izquierdista, pidió al gobierno de Olaf Scholz que restableciera las relaciones con Rusia, ya que la fortaleza de la economía de su país, dijo, dependía en gran medida de la importación de combustibles rusos a bajo costo: un beneficio que se terminó cuando Berlín se sumó a las sanciones occidentales contra Moscú.
Ucrania, el gobierno demócrata de Joe Biden y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reclaman un mayor apoyo extranjero de armas y municiones.