E
l “Mirador de la actualidad del trabajo y la economía” (MATE) elaboró un informe en el que describe la transferencia de ingresos producida tras la devaluación de diciembre, en beneficio de exportadoras, alimenticias, energéticas (entre otras) y en perjuicio de los trabajadores, sus obras sociales, sindicatos y el Estado.
Según el INDEC, en diciembre de 2023, la transferencia de ingresos total fue 1,65 billones de pesos, sumando todos los “valores perdidos con la licuación salarial”.
De ese total, 1,13 billones representa la pérdida de bolsillo para el conjunto de los trabajadores. Y es que el salario de trabajadores privados registrados se redujo un 11%, el de los no registrados un 14% y el de trabajadores públicos un 16%.
Además, 390 millones de pesos representó la pérdida de la recaudación de por aportes y contribuciones, el principal ingreso fiscal (significa un tercio de la recaudación del Estado). Atenta contra la recaudación, también, la caída del consumo, derivado de la caida salarial.
Casi 110 millones de pesos fue la pérdida del ingreso de las obras sociales, sindicales, estatales y privadas, tensionando el sistema de salud por completo.
Por último, 24,3 millones fue el perjuicio que tuvieron los sindicatos, al recibir un porcentaje fijo del salario de los trabajadores.
La inflación fue de 20% en enero y la Canasta Básica Total se cuadruplicó en un año
Según el instituto nacional, el IPC general registró un alza mensual de 20,6% en el primer mes del año y un incremento interanual del 254,2%.
La división de mayor aumento en el mes fue Bienes y servicios varios (44,4%), producto del incremento en artículos de Cuidado personal. Le siguieron Transporte (26,3%) –por las subas en transporte público y el arrastre del aumento de combustibles– y Comunicación (25,1%), por el alza en servicios telefónicos y de internet.
La división con mayor incidencia en todas las regiones fue Alimentos y bebidas no alcohólicas (20,4%). Al interior de la división se destacan las subas de Carnes y derivados y Pan y cereales.
A su vez, la variación mensual de la canasta básica alimentaria (“CBA”, que demarca la línea de la indigencia) fue de 18,6%, mientras que la variación de la canasta básica total (“CBT”, límite de la total) fue de 20,4%. Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron del 296,4% y 264,9%, en términos interanuales.
De esta manera, una familia tipo, compuesta por cuatro integrantes (dos mayores y dos menores de edad) tuvo que superar los 285 mil de pesos de ingreso para no ser indigente y más de 596 mil para no ser pobre.