El 4 de abril de 1968 fue asesinado Martin Luther King, opositor a la segregación en contra de la raza negra en Estados Unidos. Recibió un disparo de bala mientras se encontraba en el balcón de la habitación de un hotel en el estado de Memphis.
King era pastor de la Iglesia bautista y había nacido el 15 de enero de 1929, en Atlanta, Estados Unidos. Era hijo de un ministro bautista. Se graduó en el Mokehoque College con el título de bachiller. Hizo estudios en el seminario teológico Kroger de Chester, Pennsylvania. La activa participación y liderazgo en la lucha por los derechos de los afroamericanos, logró desde 1955, un boicot masivo, durante más de un año, contra de la separación racial en los autobuses municipales, luego de que una modista afrodescendiente fuese detenida por sentarse en la sección reservada para los “blancos”. Su acción no violenta, inspirada en el ejemplo de Mahatma Gandhi, movilizó a una porción creciente de la comunidad afroamericana, hasta culminar en el verano de 1963, en la histórica marcha sobre Washington, que congregó a 250 mil manifestantes. Allí Martin Luther King, pronunció el más célebre y conmovedor de sus discursos, conocido por la fórmula que encabezaba la visión de un mundo justo: “Tengo un sueño”.
Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1964, por su lucha contra las políticas segregacionistas y racistas, y las violaciones de los derechos civiles de la población afroamericana.
En marzo de 1965, encabezó una manifestación de defensores de los derechos civiles que recorrieron casi un centenar de kilómetros, desde Selma, donde se habían producido actos de violencia racial, hasta Montgomery.
King fue asesinado en Memphis, por James Earl Ray, un delincuente común de raza blanca. Mientras se celebraba su funeral en la iglesia Edenhaëser de Atlanta, una ola de violencia se extendió por todo el país.
En marzo pasado Nicolás Maduro, Presidente Venezuela, anunció que los días 9 y 10 de mayo habrá un encuentro mundial en Caracas, para constituir un equipo del Movimiento de Países No Alineados (Mnoal), cuya presidencia tiene Venezuela, para adelantar un plan mundial por la reparación de los derechos de los pueblos afrodescendientes y africanos, sometidos a la esclavitud y al racismo durante 500 años.