EEUU y varios de sus aliados europeos, Arabia Saudita e Israel, han amenazado con una acción militar contra Siria en respuesta al supuesto ataque químico del pasado sábado en la periferia de Damasco, capital del país.
«Familias enteras en refugios han sido gaseadas hasta la muerte en Duma (…) sofocadas por el gas venenoso», decía el mensaje lanzado desde la cuenta de twitter de la ONG Cascos Blancos. Para el gobierno, esta ONG coopera con los terroristas de Al Qaeda.
El mismo sábado, el Departamento de Estado norteamericano habló en su comunicado de «un supuesto ataque con armas químicas». Donald Trump, twitteó también: «el presidente Putin, Rusia e Irán son responsables de apoyar al animal de Assad» (presidente de Siria). «Lo van a pagar caro», amenzó.
Vasili Nebenzia, embajador ruso en la ONU lo desmintió y convocó al Consejo de Seguridad de ese organismo para el martes. «No hay dudas -dijo-, que es un montaje». Agregó que «no hay personas heridas en los hospitales y los residentes dicen que no han sufrido ningún ataque».
El lunes 09, dos cazas F-15 israelíes atacaron la base aérea siria T4, ubicada de Homs, en el centro del país. Los aviones violaron el espacio aéreo del Líbano y desde allí dispararon 8 misiles. Murieron 14 soldados de las milicias chiitas que luchan junto al ejército sirio, provenientes de Irak, el Líbano e Irán.
La ONU, no avanzó en nada. Rusia y EEUU vetaron mutuamente sus propuestas. La rusa, de enviar expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ). La norteamericana, de crear otro mecanismo de investigación.
Ese mismo día, Trump volvió al twitter: “Rusia promete derribar todos y cada uno de los misiles lanzados contra Siria. ¡Prepárate, Rusia, que van a llegar, bonitos, nuevos e inteligentes!”
Theresa May, primera ministra del Reino Unido, le transmitió que no participará en los ataques hasta que haya más pruebas. Sin embargo, ordenó a la flota de submarinos que se ubique en zona de alcance de misiles sobre Siria, en el Mar Mediterráneo. Francia dio la venia. Angela Merkel, comunicó ayer en conferencia de prensa que las fuerzas germanas «no participarán». Siria y Rusia pusieron a sus Fuerzas Armadas en máxima alerta de combate.
El escenario, lo había anticipado a principios de mes el ministro de Defensa de Irán, Amir Hatami: «la derrota de ISIS supone la derrota de la política regional de EEUU, por lo que se debe esperar que esta capitulación marque el comienzo de una nueva era de hostilidades y tensiones regionales». Fue el 5 de abril, durante la VII Conferencia de Seguridad Internacional (MCIS) que todos los años organiza Moscú.
Allí también estuvo Wei Fenghe, nuevo ministro chino de Defensa «para mostrar a EEUU las estrechas relaciones entre las fuerzas armadas de Rusia y China».
QUE DIJO
> Bahram Qasemi, canciller de Irán
«Las acusaciones de los estadounidenses y ciertos países occidentales son la señal de un nuevo complot contra el Gobierno y el pueblo sirios, y un pretexto para una acción militar, que seguramente complicará aún más la situación en el país y la región».
> Lindsey Graham, senador republicano de EEUU
Si Trump «no cumple con ese tuit, el presidente dará una imagen de debilidad ante Rusia e Irán. Después de eso, hay que cumplir con lo dicho, y demostrar la determinación que Obama nunca tuvo para resolver este problema».
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