L
os días 4, 5 y 6 de septiembre se realizó una nueva Cumbre del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) en la ciudad de Beijing. El Foro que fue creado en el año 2000, un año antes de que China ingresara oficialmente a la Organización Mundial del Comercio en noviembre de 2001, contó en esta edición con la representación de 53 países africanos, miembros de la Unión Africana, políticos y empresarios chinos y la participación del secretario general de la ONU, Antonio Gutierres.
En el discurso inaugural, Xi Jinping comenzó remarcando que China está “haciendo todo lo posible para construir un gran país socialista moderno en todos los aspectos y perseguir el rejuvenecimiento nacional mediante un camino chino hacia la modernización” y agregó “África también está despertando de nuevo”. Luego de repasar las décadas de colaboración desde la Revolución hasta la actualidad, llegaron los anuncios sobre las Diez Acciones de Asociación para el futuro. El plan estratégico fue refrendado, a su turno, por los representantes de Senegal, Mauritania, Sudáfrica, República del Congo, Nigeria y Tanzania, que hicieron uso de la palabra.
Como el lema adoptado por la Cumbre “Trabajar juntos para fomentar la modernización y construir la comunidad de futuro compartido China-África de alto nivel”, el eje fue puesto en una modernización diferente a la impuesta por Occidente, sostuvo Xi Jinping, y esto implica que sea “justa y equitativa”, “abierta y de ganancias compartidas”, “libre e integral de las personas”, “diversificada e inclusiva”, “amigable con el ecosistema”, y que tienda a la “paz y seguridad”.
Inversiones directas
En los próximos tres años se destinarán 360.000 millones de yuanes (50.690 millones U$D): 29.577 millones U$D en línea de crédito, 11.268 millones U$D en asistencia y 9.859 U$D millones en inversiones de empresas chinas en el continente. Con este concepto de Modernización, China busca profundizar las inversiones que permitan consolidar la inserción de los territorios africanos a la cadena de valorización, fundamentalmente de materias primas y productos manufacturados. En todos los puntos se trata de avanzar en, por ejemplo, Zonas de Libre Comercio que faciliten la comercialización de productos agrícolas. Además de institutos en los que brindarán capacitación profesionales y técnicos en distintas áreas.
En términos poblacionales, África tiene alrededor de 1,460 millones de habitantes y China 1.430. Lo que equivale a casi un tercio de la población mundial. Si a esto se le suman los recursos naturales y humanos, se explica la potencialidad que este vínculo construído y afianzado desde la Revolución china del 49 representa para avanzar en el esquema multipolar propuesto desde China y el bloque de los BRICS, y también las alarmas para los representantes del orden occidental que se cuestiona.
Todo esto se suma a lo ya realizado como los más de 10.000 kilómetros de vías ferroviarias, autopistas (en Kenia, Congo, Argelia), cerca de 100 puertos (Nigeria, Camerún, Costa de Marfil y otros países), la red de suministro eléctrico o la logística para la exportación/importación de petróleo que reiniciaron bajo la junta militar del nuevo gobierno de Níger (hoy integrante de la Confederación de los Estados del Sahel).
Otro antecedente que va en línea con el plan anunciado en el Foro, es la eliminación de aranceles, una medida que ya venía siendo asumida por la Comisión de Aranceles Aduaneros del Consejo de Estado de China. A fines del año pasado, la reducción de hasta el 98 por ciento de aranceles se había anunciado para el comercio con Angola, Gambia, República Democrática del Congo, Madagascar, Mauritania y Mali (también integrante de la Confederación de los Estados del Sahel).
Tropas militares
Como parte de la Iniciativa de Seguridad Global (ISG) lanzada por China en 2014, el gobierno chino dio luz verde para la capacitación de militares y policías africanos en sus propias instituciones, además de ejercicios, entrenamientos y patrullas militares conjuntas en territorio africano. Decisión que busca garantizar la estabilidad y seguridad de los proyectos iniciados y por iniciar ante la persistente infiltración de grupos terroristas como Al-Qaeda y guerrillas separatistas y yihadistas.
Al término de la novena edición de la FOCAC, representantes de la OCDE –artilugio del viejo Plan Marshall– declararon a la prensa española la necesidad de invertir en África para “atajar” las olas de migraciones. Esto forma cara de la lenta pero sostenida retirada de las viejas colonias imperiales que pierden base en sus antiguos territorios, de las cuales Francia representa el ejemplo más evidente tras los ya mencionados golpes en la franja del Sahel, que pusieron fin a décadas de saqueo y empobrecimiento.