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na multitud se movilizó por las calles de Río Tercero el pasado lunes para pedir la reincorporación de los 125 trabajadores despedidos por Petroquímica Río Tercero (PR3). La empresa había anunciado el cierre de su planta de Diisocianato de Tolueno (más conocido como TDI, que es un compuesto químico que sirve para la fabricación de poliuretanos) y la continuidad de las otras dos líneas de producción. En total la firma tenía 375 empleados.
Desde el sindicato explicaron que el cese de la producción de TDI implica la clausura de toda la sección de hidrocarburos, que consiste en el 80% de las instalaciones de la empresa. Consideran que puede ser el preámbulo del cierre total de la planta, y responsabilizaron al gobierno nacional por la apertura indiscriminada de las importaciones.
La marcha, organizada por el Sindicato de Trabajadores Químicos y Petroquímicos, contó con la participación de trabajadores, gremios, organizaciones sociales y estudiantiles locales y de Salta, Córdoba, Mar del Plata, San Lorenzo, Buenos Aires, Santa Fe, Rosario, y varias localidades de la zona, que se unieron reclamando por la reincorporación de los empleados cesanteados, ya que la Petroquímica es una de las principales fuentes de empleo local.
“Nosotros somos los mismos laburantes que hace 80 años le pusimos el hombro a fabricaciones militares y a Atanor cuando se instalaron. Cuarenta años después, cuando se instaló Petroquímica, también fuimos los laburantes los que día y noche trabajamos para que ellos estuvieran bien y se llevaran los dividendos. Así que ahora devuelvan la dignidad que necesitamos. Que no se acomoden con este Gobierno Nacional que juega a la timba, que no escucha a nadie. En los 90´s pasó lo mismo” dijo Omar Barbero, secretario General de la Federación de Sindicatos de Trabajadores de Industrias Químicas y Petroquímicas de la Republica Argentina (Festiqypra).
La UOCRA, UEPC, UPCN, CISPREN, CEPETEL, Aceiteros, ATE, CTA, Gráficos, FENAT, FATPREN, la asamblea interclaustros de la Universidad de Córdoba, fueron parte de la marcha.
“Esto recién empieza, si no nos juntamos todos en esta noble lucha nos vamos a mirar por arriba del hombro viendo quien se va y quien se queda”, dijo Barbero. “Hay una modalidad nueva para despedirnos a todos los trabajadores del Estado y del sector privado diciéndonos que ya no somos más colaboradores”, agregó y reforzó que “nosotros nunca fuimos colaboradores, siempre fuimos trabajadores y en nuestra jerga: laburantes”.
De la movilización también participaron trabajadores de Dow Argentina, una planta química de Santa Fe que anunció hace dos semanas el cierre definitivo. Rodrigo Jordana, secretario gremial del Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (SOEPU) y que estuvo en la movilización del lunes afirmó que “entre todos tenemos que dar lucha. Sólos no nos vamos a salvar. Hay que hacerle frente al Gobierno nacional que viene a destruir la industria».
“Estamos hablando de un hecho catastrófico para Río Tercero”, afirmó David Salto, Secretario General de ATE local, en una entrevista radial. “Es como revivir la crisis de los años 90. Si no se toman medidas urgentes, podríamos estar frente a una de las mayores crisis industriales de nuestra historia”, agregó.
El martes en una audiencia realizada en la sede Río Tercero del Ministerio de Trabajo de la provincia, el Gobierno intimó a la empresa a presentar los últimos tres balances para constatar las crisis que dicen atravesar, a que retrotraiga los despidos y suspensiones. Hoy habrá una nueva audiencia entre las partes.
Dow impide a los trabajadores ingresar a la planta
Empleados de Dow con el apoyo del SOEPU se concentraron ayer en la puerta de la empresa, ubicada en Puerto General San Martín, provincia de Santa Fe luego de que el Ministerio de Trabajo de la provincia dictara la conciliación obligatorio y ordenara reabrir la fábrica. Denuncian que la firma internacional incumple con la conciliación obligatoria vigente hasta el 4 de noviembre que fuerza a las partes a retomar la negociación. La empresa amenaza con cerrar sus puertas lo que afectaría a unos 3.000 empleos directos e indirectos.