El ministro de Economía aseguró que el desembolso llegaría en el primer cuatrimestre de este año y sería utilizado para que el Tesoro recompre deuda al BCRA y así “se reemplaza como acreedor al sector público por el Fondo”, explicó.
También planteó que el dólar no se encuentra atrasado y que el número de inflación de enero sería el más bajo desde que asumieron la gestión nacional.
Un día antes, el lunes, durante una entrevista con A24, el presidente Javier Milei afirmó lo mismo, pero respondiendo directamente a las críticas de Domingo Cavallo: “El dólar se tiene que caer como un piano. Y le voy a decir más, en especial por el impresentable de Cavallo, y lo digo abiertamente, porque mientras que él era ministro de Economía e insultaba a todo el mundo cuando hablaban de devaluación, el tipo de cambio de la Convertibilidad era a hoy de 700 pesos”, exclamó.
También respecto al acuerdo con el Fondo, Milei planteó que “el programa incluye fondos frescos, sin incrementar la deuda”, y agregó: “ese dinero va a cancerar deuda con el Banco Central, la deuda no varía y fortalece el balance del BCRA”.
Desde su blog personal, el exministro de Economía Cavallo, había planteado que la llegada de un nuevo préstamo del FMI no ayudaría a incrementar las reservas externas netas: “Aunque un mayor apoyo financiero del FMI sería un respaldo a la política económica del gobierno, la única forma real de acumular reservas netas es a través del superávit en la balanza de pagos”, argumentó en el escrito publicado.
Entre las causas, Cavallo plantea que el logro del Gobierno para bajar la inflación, además del control monetario y la baja del déficit fiscal, se debió al control sobre los tipos de cambio y esto provocó una apreciación real del peso: “La apreciación actual, estimada en un 20%, es similar a la que se registró en los últimos años de la convertibilidad y podría generar efectos recesivos”, explica el informe.
Cristina Fernández de Kirchner, actual presidenta del PJ a nivel nacional, por su parte criticó a Caputo. En su cuenta de X publicó: “Cuando intentó explicar por qué la Argentina está muy cara tanto para los argentinos (que salen a vacacionar al exterior y a comprar de todo a los países limítrofes porque está más barato), como para los extranjeros (que vienen a nuestro país y no pueden creer los precios que ven); dijo que en realidad en Argentina ‘El dólar no está atrasado… sino que los precios están adelantados’. ¡De antología!”, ironizó.
El analista económico, Christian Buteler, también esgrimió una línea de análisis similar sobre la situación que enfrenta el Gobierno ante el tipo de cambio. En primer lugar señaló ‘inconsistencias’ en el argumento oficialista: “El interés en negar el atraso cambiario responde a la necesidad de evitar presiones sobre los dólares financieros y un aumento de la brecha cambiaria”, sostuvo el economista.
“Una brecha ampliada podría complicar tanto las negociaciones con el FMI como el frágil equilibrio macroeconómico local. Sin embargo, la estrategia de control cambiario adoptada desde diciembre de 2023, que estableció un tipo de cambio oficial con un ajuste mensual del 2% (posteriormente reducido al 1%), ha erosionado progresivamente el colchón cambiario inicial debido a que la inflación se desaceleró a un ritmo menor que el necesario por el programa económico”, explica.
Por último, agregó que “para sostener la paridad actual, el Gobierno debe mantener restricciones a la compra de dólares, aplicar impuestos en su adquisición o en el gasto con tarjetas, pero también controles sobre los dólares financieros e intervenciones directas e indirectas como el dólar blend”.