En el mes de enero también subió el stock de deuda bruta en dólares del Estado. Aumentó 1.102 millones de dólares en el primer mes del año y ascendió a 465.368 millones de dólares. Desde que Javier Milei es presidente no hubo un sólo mes donde este stock no haya aumentado.
Los datos muestran que la deuda total nacional -no incluye la del Banco Central de la República Argentina (BCRA) ni la asumida por las provincias- aumentó en el último año en un equivalente a 86.531 millones de dólares. Esto es el doble a la contraída por el gobierno de Mauricio Macri. Esos 45.000 millones de dólares tomados en 2018 ya habían marcado un hito histórico en los préstamos del Fondo Monetario Internacional (FMI) a un país.
Si se lo analiza por tipo de moneda, durante los últimos 12 meses, la deuda en moneda extranjera se redujo en 15.648 millones de dólares y la deuda en pesos aumentó en una cifra equivalente a 102.179 millones. Esto quiere decir que ese volumen de deuda bruta medido en dólares, tiene como principal mecanismo la deuda en moneda local. Básicamente es la emisión de papeles, aunque el gobierno nacional diga lo contrario.
La espada del FMI
Este año el gobierno deberá afrontar pagos por 16.758 millones de dólares de los cuáles 2.700 millones corresponden al FMI.
Como se puede ver en el gráfico elaborado por Porfolio Personal Inversiones (PPI), el organismo internacional es el principal acreedor dentro de los organismos multilaterales. Por eso se vuelve crucial, para el organismo y el Gobierno, sellar un nuevo acuerdo. Hasta ahora, muchas versiones y pocas certezas.

El pasado jueves 20 de febrero, en Washington, Javier Milei con miembros de su gabinete y autoridades del FMI mantuvieron una reunión.
Según la directora del organismo, Kristalina Georgieva, Argentina está mostrando “resultados significativos”.
Además, el gobierno nacional informó que “los equipos técnicos del gobierno argentino y del FMI continuarán trabajando de manera constructiva en un nuevo programa”.
Días después, el ministro de Economía Luis Caputo se reunió con Scott Bessent, secretario del Tesoro de Estados Unidos.
En un comunicado, el Tesoro norteamericano informó que “Bessent elogió al Ministro de Finanzas Caputo por las medidas de reforma macroeconómica y estructural que reducen la carga de la regulación sobre el sector privado, y que reducen el tamaño y la influencia del gobierno”.
La pared de los bonistas
8.892 millones de dólares es lo que este año vence por títulos de deuda soberana. Este grupo de acreedores representa la mitad de lo que el Estado tiene que pagar este año y los próximos consecutivos.

Algunos de estos acreedores son concretamente fondos de inversión. Por caso Redwood Capital Management informó recientemente en una misiva que obtuvo un 17% de ganancia en 2024, gracias a su apuesta por “casos difíciles”, lo que incluye bonos de deuda de Argentina, el productor petroquímico TPC Group y la proveedora de televisión satelital Dish Network. “En solo un año, Argentina se convirtió en uno de los países fiscalmente más responsables del mundo. Creemos que está bien posicionado para repetir ese logro en 2025″, indicaron. Este fondo gestiona aproximadamente 9.500 millones de dólares en activos y obtuvo, según circuló en medios periodísticos, 800 millones de dólares (775 millones de euros) en inversiones relacionadas con Argentina desde la llegada de Milei al gobierno.
Rob Citrone es un gestor de fondos que en 2024 se convirtió en uno de los primeros 10 “hedge fund”, fondos de cobertura en inglés; donde su principal apuesta fue Argentina. Tras la llegada al gobierno de Javier Milei, Citrone ha invertido en deuda pública del país austral así como en acciones. Una de sus mayores apuestas ha sido Grupo Financiero Galicia, que se revalorizó un 261% el año pasado. También ha invertido en Vista Energy, que en los últimos 12 meses ha subido un 81%.
Sea a organismos multilaterales o a bonistas, Argentina tiene asignado para los próximos 5 años (incluido el 2025), 106.000 millones de dólares de vencimiento en deuda. Cuando hoy sus reservas son alrededor de 28.000 millones. Solo en enero los organismos del sector público realizaron pagos a bonistas por 3.654 millones de dólares y 147 millones a organismos internacionales.