E
l gobierno de Estados Unidos, a través de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), suspendió los permisos de la petrolera Chevron para operar y exportar desde Venezuela. El martes 4 la empresa entró en un plazo de 30 días para abandonar las actividades.
Antes de asumir la presidencia, Donald Trump había apuntado contra la compra de petróleo venezolano planteando que la administración del demócrata Biden le dio ‘miles y miles de millones al enemigo’.
“Estamos revirtiendo las concesiones que el corrupto Joe Biden concedió a Nicolás Maduro, de Venezuela, en el acuerdo sobre transacciones petroleras del 26 de noviembre de 2022, así como las relacionadas con las condiciones electorales dentro de Venezuela, que el régimen de Maduro no ha cumplido”, publicó desde Truth Social.
Chevron está a cargo de cinco proyectos (entre exploración y producción) con una participación accionaria variada: Petroboscan (39,2%), Petroindependiente (25,2%), Petropiar (30%), Petroindependen-cia (34%) y Loran (60%).
Su presencia en el país data de la década de 1920 y en la década del ’40 comenzó a operar en el campo petrolífero de Boscan (al límite con Colombia).
Su socia local, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), reportó en 2024 un promedio de 934.465 barriles por día (bpd) para exportación. Los principales destinos fueron Estados Unidos (239.000 bpd) y China. También se exportaron alrededor de 42.000 bpd a Cuba, que se encuentra afrontando una nueva crisis energética. España sigue en la nómina de países destinatarios.
En repudio a la medida, la vicepresidenta y ministra de Hidrocarburos de Venezuela, Delcy Rodríguez, consideró que “Estados Unidos ha tomado una decisión lesiva e inexplicable al anunciar sanciones contra la empresa estadounidense Chevron, pretendiendo hacerle un daño al pueblo venezolano, cuando en realidad se está infligiendo un daño a Estados Unidos”.

En la hoja de ruta del gobierno bolivariano, el presidente Nicolás Maduro anunció el lanzamiento del ‘Plan de Independencia Productiva Absoluta’ que buscará mitigar las consecuencias de la salida del gigante petrolero.
A fines de 2024 y principios de este año, diferentes delegaciones de Irán, Turquía y China han mantenido reuniones con la vicepresidenta Rodríguez para avanzar en contratos relacionados al ‘oro negro’.
A esta situación se suma una proyección compleja, según informe del Observatorio de Finanzas de Venezuela. Con el relevamiento de datos de enero, el crecimiento del PBI rondará un 2,5%, pero las proyecciones de inflación alcanzan el 110% y un dólar a 112 bolívares, lo que afectaría considerablemente el poder adquisitivo de la ciudadanía, afirma el documento.
Diosdado Cabello, ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, incriminó a la oposición: “Nosotros no pagamos esos lobbies. Si siguen ustedes por ese camino, nosotros seguimos por el camino de la patria. Por nuestro camino, el camino que vamos labrando nosotros mismos. De ahí no nos saca nada ni nadie, por el camino de la revolución bolivariana, la revolución de Chávez, la revolución socialista”, afirmó durante un programa televisivo tras conocerse la suspensión.
Los bonos sí
Tan solo dos días después de aprobar la suspensión, la OFAC emitió una licencia para autorizar transacciones con el bono de Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) al 8,5% (vencido en 2020) a partir del próximo 3 de julio. En el comunicado difundido, se explicita: “esta licencia general no autoriza ninguna transacción o actividad que de otro modo esté prohibida por el VSR, ni por ninguna otra parte del capítulo V del 31 CFR”.