I
ntegrantes de la ‘Asamblea Hospitalaria’, realizaron una encuesta como parte del plan de lucha que vienen sosteniendo en defensa de la salud pública.
El primer resultado indica que el 81,6% de los trabajadores percibe, actualmente, un ingreso inferior a la línea de pobreza (es decir, su salario no alcanza al 1.100.000 pesos que fija el INDEC para el mínimo de la Canasta Básica Total).
“En nuestro Hospital hay mucho miedo porque la mitad son monotributistas y contratados. Esto lleva a no querer participar”, plantearon, y el dato de la encuesta lo ratifica el 48,6% se encuentra en situación de contrato o monotributo. “Algo que puede parecer un avance en relación al monotributo, como es la figura del contrato, no deja de ser otra manera de precarización laboral” explican.
“Si bien el contrato incluye aportes y cobertura médica, el Ministerio de Salud utiliza esta figura para despedirnos sin causas ni motivos”. Asi fue lo que ocurrió cuando, mediante el Ciudadano Digital y sin mediar ningún aviso previo, fueron rescindidos 5 contratos. En algunos casos se trata de trabajadores que contaban con 20 años de antigüedad, pero siempre en condiciones de precarización.
Otro indicador de estas condiciones es el pluriempleo: el 98% reconoce que necesita hasta 3 trabajos más para complementar los ingresos.
Como análisis de la situación general, los trabajadores entrevistados tienen en claro la necesidad de “ampliar la visión de la lucha de los trabajadores de la salud”: “además de las mejoras en la condiciones laborales, la reincorporación de los despedidos, también debemos buscar un acceso gratuito, de calidad y centrado en las necesidades de los usuarios”, afirman. En esta línea, ven que el conjunto de las políticas provinciales –y también nacionales– apuntan contra la vida de los trabajadores: “no es solo nuestro trabajo el que se precariza; aparece la pérdida del trabajo en general, de las obras sociales, aparece la figura del monotributo y ninguna obra social quiere tomarlos. Sabemos que la cobertura es muy deficitaria. Todas esas personas, más los despedidos, son las que necesitamos acceder al Hospital Público”, reconocen.
El Ministerio de Salud provincial es el ejecutor de una política que responde al plan general que sumerge los ingresos salariales y las condiciones de trabajo en una situación paupérrima.
En toda la provincia, el sector de la salud ha sufrido ya 70 despidos, sin ninguna reincorporación. La mayoría se produjo en la ciudad capital. Por caso, la semana pasada la asamblea de trabajadores del Hospital Rawson sufrió la represión de las fuerzas policiales cuando intentaban instalar una carpa en las afueras de las instalaciones, también en el marco de su plan de lucha por mejoras salariales y la reincorporación de 18 compañeros despedidos.
“El Estado provincial, en línea con lo que realiza el Ejecutivo Nacional, ha definido estar presente desde la ‘ausencia’ y llevar adelante no sólo una ola de despidos en el sector público, sino también una campaña de desprestigio contra la organización sindical”, plantean desde la Asamblea Hospitalaria.
Si bien los trabajadores del Nuevo Hospital reconocen que los reclamos son invisibilizados por los medios de comunicación y, junto a esto, las condiciones de trabajo llevan a que haya mucho temor a participar, tienen presente lo que fue la organización del movimiento provincial “Salud Unida Córdoba”.
“La experiencia de las asambleas, a mediados del 2022, de lo que derivó en la asamblea provincial ‘Salud Córdoba Unida’, nos permitió una coordinación provincial, mantener reuniones en todos los hospitales, con el Ministerio y lograr el aumento en el monto de las becas para los residentes, pero sobre todo nos permitió saber que podíamos pelear en conjunto –médicos, enfermeros, camilleros, kinesiólogos, psicólogos, trabajadores sociales, residentes– y reconocernos como trabajadores”, explican a modo de balance.
En aquella oportunidad, la punta de lanza fue la renuncia de los médicos del servicio de guardia central, que reclamaban la falta de salarios y de personal. El movimiento, iniciado por esta acción en Río Cuarto, se replicó en todos los hospitales de Córdoba.