Cientos de miles de estudiantes, trabajadores universitarios, agrupaciones políticas, organizaciones sociales y columnas sindicales se movilizaron este miércoles en la tercera marcha federal universitaria, de forma simultánea a la sesión legislativa en la Cámara de Diputados, donde se trataron los vetos del poder ejecutivo a las leyes de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica.

En nuestra ciudad, más de diez mil personas se concentraron en Plaza San Martín, en una columna encabezada por la rectora de la UNRC Marisa Rovera, junto a referentes sindicales de la comunidad universitaria. La manifestación se desplazó hasta la explanada de la Municipalidad en Plaza Olmos, donde se leyó el documento elaborado por el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Frente Sindical de Universidades Nacionales y la Federación Universitaria Argentina (FUA).
El escrito denunció una pérdida presupuestaria de más del 30%, la paralización de 90 obras de infraestructura y la continua precarización de condiciones laborales. “La clase trabajadora en su conjunto está padeciendo estas políticas de ajuste y de destrucción del Estado (…) La política de reducción salarial que el gobierno nacional aplica sobre el sector público afectó de manera particular y feroz al sector universitario. El propio gobierno reconoce en el decreto del veto que hay más de 110 % de diferencia negativa entre inflación e incrementos salariales y aun así niega las paritarias” señala el documento.

Las consignas fueron en repudio al recorte en salud y educación y a la crítica situación económica general. Daniel Garis, secretario general del sindicato nodocente ATURC señaló: “Milei había dicho que quería arancelar la universidad, con las marchas y nuestras medidas de acción directa logramos frenarlo. Las medidas que lleva a cabo son solamente para un grupo de amigos de él y de internacionales que se llevan nuestro dinero. Llegamos a un punto de quiebre, hay que decirle basta, esto no da para más; si no cambia estas políticas el pueblo va a explotar”.
Durante las semanas previas a la marcha federal, los gremios universitarios de todo el país mantuvieron el estado de alerta frente a la votación que se llevaría a cabo en la Cámara baja del Congreso, impulsando paros, asambleas y retenciones de tareas. En Río Cuarto, los gremios docente y nodocente sostuvieron un paro total durante la jornada de lucha.

En la Universidad Nacional de Córdoba, las asambleas de estudiantes de las facultades de Psicología, Filosofía y Artes tomaron el Pabellón Bolivia, donde mantuvieron una vigilia que se extendió hasta el momento de la marcha al día siguiente. Augusto Oviedo, estudiante de la asamblea interfacultades expresó: “frente a las políticas nefastas del gobierno nacional que lo único que están dando como resultado es una deserción masiva, precarización laboral y fuga de cerebros, los estudiantes nos organizamos, tomando la batuta de esta pelea, haciéndole frente al gobierno nacional, no vamos a dar el brazo a torcer”.

En Villa María se movilizaron unas 400 personas, en una concentración donde se unificaron trabajadores y estudiantes de la Universidad Nacional y de la UTN. “Esto es parte de un plan de ajuste donde todos los recursos que producimos se están yendo al pago de la deuda, y eso repercute en nuestras condiciones de vida. A los estudiantes se nos complica cada vez más, con alquileres caros, un boleto educativo funcionando mal, un comedor caro, con becas congeladas desde 2023. Lo que se está pagando de deuda equivale a cuatro presupuestos universitarios. Hoy es difícil sostener la cursada con trabajos precarizados, al igual que los docentes que la mayoría están bajo la línea de la pobreza” expresó Natalia Barbero, estudiante integrante de la asamblea de Trabajo Social de la UNVM.
Los dos rechazos a los vetos del poder ejecutivo se concretaron alrededor de las 17hs, a poco de comenzar la marcha en Río Cuarto. Primero fue el proyecto de Financiamiento Universitario el que respaldaron los legisladores, con 174 votos a favor, 67 en contra y 2 abstenciones. Posteriormente, el rechazo al veto a la Ley Garrahan de emergencia pediátrica cosechó 181 votos afirmativos, 60 en contra y 1 abstención, generando un acontecimiento histórico en el que por primera vez desde el retorno de la democracia en 1983 se rechazan dos vetos presidenciales en una misma jornada.