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a Asamblea Nacional (AN) de Venezuela aprobó este martes el Tratado de Asociación Estratégica y Cooperación con la Federación Rusa, que había sido firmado en mayo por los presidentes Vladimir Putin y Nicolás Maduro.
La AN destacó que esta ratificación refuerza la política exterior venezolana, alineada con las potencias emergentes del mundo, y responde al “absurdo despliegue militar” de EEUU en el Caribe: 8 buques militares con más de 1.000 misiles, un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, aviones de combate F-35B apostados en Puerto Rico y más de 4.500 soldados desplegados en total. El vicecanciller ruso, Seruei Riabkov, también lo enmarcó en “las acciones agresivas de Washington bajo un eje falso”.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) apostó este domingo, en la localidad costera de Catia, un sistema de misiles antiaéreos de fabricación rusa. Maduro estableció ayer el estado de “conmoción externa” tras el bombardeos a buques sospechados de vínculos con el narcotráfico.
El acuerdo con Rusia, de 10 años de duración, formaliza las relaciones ya establecidas, como las de exploración y explotación de petróleo y gas y proyectos mineros, contempla la creación de una infraestructura financiera independiente que facilite el comercio y la inversión, y la cooperación en en materia de seguridad y defensa y en áreas como salud, innovación científica y tecnológica. Además, es un pilar para el desarrollo de la OPEP+, que ambos países integran, y apoya la aspiración venezolana de formar parte de los BRICS.
La apuesta china
A principios de septiembre, la compañía China Concord Resources Corp (CCRC) completó el traslado de la primera instalación petrolera flotante para bombear crudo alojado bajo el Lago de Maracaibo. Se trata de la plataforma marina Alula, una unidad autoelevable. El proyecto de 1.000 millones de dólares muestra el impulso chino vía inversión extranjera en el sector energético venezolano.
Las exportaciones petroleras de agosto pasado son una muestra: fueron un equivalente a 900.000 barriles por día (bpd). El 85% salió rumbo a China. Unos 60.000 bpd para EEUU y 29.000 bpd a Cuba.
La china CCRC ya opera allí bajo un contrato de producción compartida de 20 años con la estatal PDVSA y ha desplegado especialistas chinos para reabrir al menos 100 pozos inactivos y elevar un 300% la producción a fines de 2026. El crudo ligero quedará para Venezuela, el pesado se exportará hacia China.