C
on la explotación de los recursos en la formación de Vaca Muerta, el 2024 fue un año récord para los hidrocarburos. Las exportaciones de crudo promediaron 188.000 barriles diarios: 300% respecto a 2010, casi el doble que hace dos años y la balanza comercial volvió a ser positiva como en la primera década del siglo.

Así lo computa el INDEC: en la cuentas nacionales del sector energético (gas y petróleo) quedó asentado un saldo de 5.668 millones de dólares, entre ventas por 9.677 millones de dólares y compras por 4.009 millones en el exterior. Pero del total exportado, solo 31 millones de dólares quedaron el año pasado en el país.
El economista Marco Kofman, autor del informe «Energía y Sector Externo – La Vaca Fugada», señala que en los registros del Banco Central, se puede ver que el resto salió del mercado nacional: 1.450 millones por exportaciones liquidadas mediante el ‘dólar blend’, 5.593 millones por pago de importaciones energéticas de periodos anteriores, 2.228 millones por mecanismos de ‘fuga’ y 365 millones “se perdieron por diferentes razones comerciales”.

En las operaciones de comercio exterior, las empresas tienen primero que liquidarla al Banco Central, quien a cambio les transfiere su equivalente en pesos. Solo un 20% de lo exportado puede obviar este circuito, comprando directamente el llamado dólar blend.
YPF (51% de las acciones son del Estado Nacional) está a la cabeza de las exportadoras de crudo, con un total de 902 millones de dólares facturados en 2024 y es la única con casa matriz en Argentina. El 95% de lo que exporta sale por Chile, utilizando el Oleoducto Trasandino.
En la lista, siguen: Vista, 791 millones (multinacional con capitales locales, radicada en México), Pan American Energy con 663 millones (multinacional), Shell con 566 millones (anglo-holandesa) y Petronas con 503 (Malasia). Más abajo, CHNC (YPF con socios extranjeros como Chevron), Tecpetrol (Grupo Techint), Pluspetrol (multinacional con capitales locales), Capex (nacional) y CGC (de la familia Eurnekian pero con sede en España).
¿Cuáles son esos viaductos que les permiten migrar los fondos a otros lugares?
Uno de ellos, aparece como contratación de servicios empresariales en el exterior y en el sector energético fue de 567 millones en todo 2024. En los registros del Banco Central, «ese rubro ha crecido de manera muy notable”, detalla Kofman. Dos, “compra de activos” -billetes de dólares o bonos, por ejemplo- por 358 millones de dólares. Tres, toma de préstamos en el exterior y pago de sus cuotas e intereses por 1.207 millones de dólares.
El mecanismo peyorativamente conocido como «cepo», ponía límites a estos movimientos de capitales intentado retenerlos en inversiones locales.

En una entrevista con la Agencia Tierra Viva, Kofman señala que para las necesidades del país, «hay que desprenderse de la idea de que es una fábrica de dólares» y pensarla «como una fábrica de energía».
Ese otro modelo que se nos impuso con la consigna de que el problema nacional pasa por la falta dólares, es lo que necesitan quienes los chupan desde afuera.

