El problema habitacional afecta a toda la población pero es verdaderamente crítico en los sectores populares y de bajos ingresos: insalubridad y hacinamiento son consecuencias directas de la fragilidad del trabajo en la ciudad y de un modelo «tremendo» donde «muy pocos apellidos monopolizan el mercado», comenta Jorge Benítez, dirigente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) de Río Cuarto.
-¿Cómo está el tema vivienda en los barrios?
-Complicadísimo. El negocio inmobiliario es tremendo. Muy pocos apellidos monopolizan el mercado y te revientan con el alquiler. Desde el IMV nos dicen que para hacer barrios el Municipio no tiene la plata que piden los privados por la tierra. Esto no da para más: organizadamente, pero con decisión, hay que empezar a expropiar tierra para vivienda.
-¿Tienen algún relevamiento?
-Como RENABAP censamos 16 barrios, unas 2 mil familias -en primera instancia, aunque hay muchas más-, que viven de la economía popular en toda la costa del río. Son carreros, cartoneros, changarines. Con eso se generó un certificado de vivienda familiar que si bien no es una escritura, es un recurso formal que pueden tener las familias para no ser desalojadas y reclamar por los servicios básicos: agua, luz y cloacas, además de créditos de ampliación de vivienda provinciales como el «Vida Digna».
-¿Qué es el RENABAP?
-Es una mesa que significa Relevamiento Nacional de Barrios Populares. Acá participamos la CTEP y Techo, en principio. Aunque la CTEP está abierta a que se sumen distintas corrientes de acción barrial y de la economía popular. Queremos agregar barrios populares al censo y terminar de visitar a las familias de los barrios ya censados. Además, quien no se haya censado, esta semana está el operativo en Las Delicias donde se entrega el certificado más rápido. Si no se entrega todo el año en el ANSES, pero para ello hay que sacar turno y esperar.
-¿Qué relación tiene este certificado con el proyecto de Cambiemos para regularizar asentamientos populares de todo el país?
-Va a ser fundamental para comenzar los trámites en el marco de ese proyecto. Es toda una sorpresa que el gobierno nacional esté impulsando esto y hasta tanto no veamos cuestiones concretas no vamos a dar crédito. A lo mejor en su pensamiento el presidente dice que «capaz si les doy esto a los pobres me voten», pero no se. Es muchas veces una cuestión política. En Córdoba, cuando Macri tira esto de la regularización, quedan expuestos el intendente y el gobernador, de cómo van a aportar o a generar algo superador para este problema de la vivienda propia.
Nosotros, más allá de que se urbanicen esos sectores o que se dispongan tierras en otros lados para los compañeros, es nuestra política organizar estas situaciones tan complicadas. Creemos que esto no es una pantalla del gobierno, que va en serio, pero no nos comemos el verso. Por ahí les sale más barato urbanizar los barrios que subsidiar los servicios y urbanizando -cosa que nadie ha hecho- se aseguran los votos de los pobres para seguir.