Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú se retiraron de la Unasur. En paralelo, el Mercosur y la Unión Europea (UE) retomaron la negociación del Tratado de Libre Comercio.
Argentina ejerció la presidencia de Unasur hasta el 16 de abril pasado. Cuatro días después de entregado el mando a Bolivia, Fernando Huanacuni Mamani, canciller de ese país, recibió la carta de estos seís países. «¿Por qué el apuro?», se preguntó Jorge Taiana, ex canciller argentino.
Mamani dijo desconocer los motivos y adelantó una reunión para mayo. Para Taiana: «se trata de un paso posterior a la Cumbre de las Américas de Lima, que terminó el 14 de abril sin que la Argentina lograse un acuerdo para condenar a Venezuela.»
El chileno Roberto Ampuero, ministro del nuevo gobierno de Sebastián Piñeira lo dijo sin tapujos. Unasur «no conduce a nada». “No ayuda a la integración, no es capaz de resolver los temas”, agregó.
Y el canciller paraguayo, Eladio Loizaga, adelantó la jugada: “vamos a tener que redirigir los objetivos de Unasur, vamos a sustraerle esa tendencia de buscar ideologizar al órgano”.
Ambos cancilleres estaban reunidos en Asunción. Fue el pasado viernes 20, cuando adelantaron la decisión de apostar por el Mercosur y la Alianza del Pacífico, mediante un programa del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Loizaga explicó que el encuentro fue «un análisis en el campo económico, comercial, cultural y también un análisis sobre la realidad política de la región».
Está claro. Pero dijo más: «recordamos también el trabajo que hemos realizado en la Cumbre de Lima» y «la declaración final que contiene una hoja de ruta para los países de la América.»