El panorama brindado por los dirigentes locales no auspicia que el problema de la vivienda de los trabajadores pueda resolverse a corto plazo: «la casa propia está realmente muy lejos y el alquiler de por vida es algo muy cierto«, manifestó Leonardo Olivero, Secretario General del SADOP -docentes privados-. Ricardo Tosto, titular del Sindicato del Emos explicó que hay «una mirada muy egoísta. Si ves la cantidad de edificios construidos en los últimos 10 años por un puñado de empresarios poderosos, entendés las causas del padecimiento en esta materia de los trabajadores». Desde esa óptica, Miguel Riera de AGEC advirtió que «el 50 o 60 por ciento del salario se destina a pagar el alquiler de un techo donde dormir y a los tarifazos, para hacerlo dignamente». Con lo restante «se come y cada vez se puede hacer menos. Ni qué hablar de ahorrar para la casa propia», expresó Riera. Para Ricardo Magallanes, Secretario General de CGT de nuestra ciudad, «se ha hecho muy poco: en los últimos 12 años no se han llegado a las 500 viviendas para trabajadores en total».
No alcanza
Coincidiendo con Riera, Olivero se pregunta cómo puede un trabajador «juntar dinero para la vivienda propia si más del 30 por ciento de su salario se va en el alquiler». En ese sentido, Cristina Fernández, Secretaria General de ATSA (sanidad) dijo que «hay lotes en Las Higueras, pero tenés que entregar $100 mil pesos por adelantado que los trabajadores no pueden juntar ante los magros salarios, los tarifazos y la inflación general». Para Tosto, los 6 o 7 mil pesos que se pagan en un alquiler, «son un desfasaje que te deja preso a este sistema donde nunca llegás a lo propio».
Sin crédito
«El sistema financiero tiene plata, acumulan, pero no le prestan al trabajador en condiciones justas, menos a los docentes porque muchos compañeros no tienen horas titulares», dijo Juan Simes, titular de UEPC local. El reclamo es acompañado por todos los entrevistados. «Hay propuestas que exigen que los trabajadores no hayan estado en veraz o que tengan ciertas condiciones que les cierra cualquier posibilidad», manifestó Fabio Oviedo, del Sindicato de los Trabajadores de la Carne.
Mayorías
Las cifras de la demanda indican que la solución definitiva al problema «no se alcanza con un par de terrenos». «Tenemos más de 250 trabajadores en espera y si podemos aspirar a 20 o 30 terrenos es mucho», advirtió Oviedo. En Emos «están necesitando casa unos 60 o 70». En Sanidad, «de 3000 trabajadores, un 70 por ciento alquilan y la casa propia sería un gran anhelo», dijo Fernández. En Comercio, Riera consignó que hoy son «unas 1000 familias las que necesitan casas».
Otro de los sectores consultados fueron las cooperativas de Trabajo. Mariana Juárez, presidenta de Cooperativas de Trabajo Federadas del Sur de Córdoba, consignó que «poco más del 60 por ciento de nuestros 200 trabajadores alquilan y el 100 por ciento de las cooperativas funcionan en lugares alquilados. Es una enorme transferencia de recursos de los sectores del trabajo a los rentistas».
«Momentos políticos»
Olivero dijo que «se han generado planes vinculados muchas veces a campañas políticas específicas, pero nunca se le ha dado una solución de fondo». La acotación de la Concejal de UPC-FPV, la sanitarista Cristina Fernández parece confirmar esta máxima: «ahora vienen las elecciones y se espera que la provincia compre tierras para armar algún tipo de plan». Sin embargo, avanzó más allá: «ahora se está pensando en ampliar la regulación de tierra y vivienda ociosa. Es algo muy incipiente, pero se evalúa el mejor momento político para largarlo, que para muchos no es ahora».
Reforma estructural
Parte del problema es que «no quedan tierras o son privadas y el sector privado no tiene garantías de que los trabajadores podamos mantener los pagos en el estado actual de crisis», explicó Tosto. Ante esto, Fernández dijo que «si no se trabaja en una arista social, nunca vamos a subsanar el problema» que, para Juan Simes implicaría «una política general de tierra y vivienda que no hay y debería haber. El Estado debería hacerse responsable».
La situación se torna crítica cuando, como explicó Juárez «hay compañeros viviendo en terrenos fiscales, o en tierras lindantes a las vías del tren o en la ribera del Río. Son dueños, no pagan alquiler, pero su situación es totalmente precaria: no tienen escritura ni ningún papel que los ampare».
En ese sentido, para el nodocente universitario Eduardo Tello, «falta decisión de ordenar el tema por parte del Estado Municipal, en primera instancia». «Si sumás la vivienda ociosa y la cantidad de familias sin vivienda, nos daría que nos sobran casas», expresó.
Pasa que la especulación manda y es difícil tocar ciertos intereses: «los dueños de los terrenos aledaños al barrio nuestro han multiplicado por 4 su precio, sin hacer nada, sin invertir un peso», expuso Oviedo.
Para Magallanes, «no vemos desde el Estado que tenga planes para mejorar esa situación. Si el Estado no acompaña es muy difícil».
Unidad
Los entrevistados coincidieron en la necesidad de salidas colectivas. La representantes de las cooperativas de trabajo dijo que «la definición de nuestra última asamblea fue tomar como eje estratégico el problema de la vivienda, para buscar una solución colectiva a la vivienda propia». Para Juan Simes esto «es discutible desde los sindicatos, la CGT, las organizaciones sociales». Si esto sucede, «si se instala socialmente el tema de la vivienda, se van a empezar a ocupar», vaticina Tosto. Sin embargo, varios coinciden en que acciones conjuntas para abordar esta temática en el movimiento obrero suelen ser poco frecuentes.
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