Por decisión de los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, Venezuela quedó suspendida de modo indefinido del Mercosur. «La suspensión de Venezuela fue aplicada en función de las acciones del Gobierno de Nicolás Maduro y es un llamamiento inmediato para que comience un proceso de transición política y de restauración del orden democrático». Así dice la declaración final de la reunión realizada el sábado 5 de agosto en San Pablo. Fue convocada de urgencia tras la puesta en funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) de ese país.
La suspención de la elección de los asambleistas fue la condición impuesta al gobierno Venezolano en el último mes, tanto por la oposición interna, los EEUU, la Unión Europea y los gobiernos integrantes del Mercosur, con excepción de Bolivia.
Los comicios no obligatorios se llevaron a cabo el 30 de julio con la participación de algo más de 8 millones de personas que sumana el 41% del padrón.
Las «elecciones ilegítimas de ayer confirman que Maduro es un dictador que ignora la voluntad del pueblo venezolano”, comunicó el Secretario del Tesoro norteamericano, Steven T. Mnuchin.
A renglón seguido, cayó la decisión en el Mercosur: «si no restablece la democracia permanecerá suspensa,» explicó en conferencia de prensa Aloysio Nunes, canciller del actual gobierno brasilero que no llegó justamente por elecciones de la población.