El bloque de países emergentes conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica finalizó su décima cumbre en Johannesburgo, instando a fortalecer «las instituciones multilaterales de gobernanza global». Ratificaron el papel central de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y el comercio multilateral con una economía global abierta, bajo las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Los mandatarios Michel Temer, Vladimir Putin, Narendra Modi, Xi Jingping y Cyril Ramaphosa, firmaron este documento.
El mensaje apunta contra las políticas del norteamericano Donald Trump que retiró a EEUU de varios organismos internacionales y dio curso al proteccionismo mediante aranceles de importación.
En conferencia de prensa, el mandatario sudafricano, Cyril Ramaphosa, expuso esa preocupación: «el aumento de medidas unilaterales» y su impacto «especialmente en los países en vías de desarrollo». Su par chino, Xi Jinping, remarcó que la comunidad internacional se encuentra de nuevo en una encrucijada: «una elección entre cooperación o conflicto».
La reunión diplomática inició el miércoles con los cinco miembros y los jefes de Estado de Namibia, Gabón, Angola, Senegal, Uganda, Togo, Ruanda, Argentina, Turquía y Jamaica como invitados especiales.
«Ha llegado el momento histórico de dar un giro a las relaciones de China y Sudáfrica», dijo además el mandatario chino hablando de «profundizar la asociación estratégica» entre ambos países». Jingping invitó a Ramaphosa a estrechar la cooperación en el G20, BRICS, ONU para «defender el multilateralismo, enfrenar la política de acciones unilaterales y promover un orden mundial más justo».
DEFENSA DE LA UNASUR
Movimientos sociales y organizaciones políticas manifestaron este sábado frente a la sede de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), en Ecuador, en respaldo de la integración latinoamericana. Fue en respuesta a las intenciones del gobierno de ese país, que preside Lenín Moreno, que solicitó devolver el edificio que sirve de sede.
DEMOCRATAS DE EEUU CON LULA
El senador Bernie Sanders y 28 diputados, todos del Partido Demócrata, enviaron una carta de apoyo al ex presidente brasilero Lula Da Silva que permanece en prisión, imputado en la causa de sobornos de Lava Jato. «La lucha contra la corrupción no puede ser utilizada para justificar la persecución a opositores políticos o negarles el derecho a participar libremente en elecciones», dice la misiva conocida el viernes de la semana pasada.