Colombia inició la semana con una nueva masacre en El Tarra, en el departamento Norte de Santander, donde un grupo de encapuchados acribilló con armas largas un local de billar. «Dentro de los nueve muertos hay siete ex-mienbros de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia)», confirmó este jueves el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.
Ese mismo día comenzaba a funcionar en la localidad un Consejo de Paz convocado por el Ministerio del Interior, con la participación de líderes comunales de toda esa región denominada Catatumbo.
“Ni en los peores momentos, cuando la cruel guerra de las autodefensas y las guerrillas, nos había ocurrido algo como esto», dijeron en la reunión. Sucede que una de las 9 víctimas era Frederman Quintero, presidente de la junta comunal del kilómetro 48, en ese municipio.
“Se puede militarizar todo el Catatumbo, pero mientras persista la ilegalidad, las economías criminales, las muertes van a seguir ocurriendo”, señalaron los presidentes comunales.
El alcalde de El Tarra, José de Dios Toro, reconoció también el grave problema de los cultivos ilícitos de coca. La región del Catacumbo, limítrofe con Venezuela, concentra la segunda mayor cantidad de narcocultivos después de la localidad de Tumaco, en la frontera sur con Ecuador.
Este lunes fue asesinado también Raúl Bui-trago, líder campesino y miembro de una Junta Comunal en el departamento de Caquetá.
51 MUERTOS DE LAS FARC
La Comisión Colombia de la ONU informó la semana pasada al Consejo de Seguridad que desde agosto de 2017 a la fecha fueron asesinados 51 integran-tes de las FARC (convertidas desde entonces en el partido político-electoral Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común). Jean Arnaut, presidente de la Comisión, señaló que «notablemente en los días posteriores a las elecciones presidenciales» de junio pasado aumentaron los asesinatos de líderes sociales «principalmente en las zonas rurales». Sobre esa base, el Consejo de Seguridad insto al electo Ivan Duque a consolidar el Acuerdo de Paz iniciado en 2016 entre el actual gobierno de Juan Manuel Santos (en funciones hasta la semana próxima) y las ex Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
DIALOGO DE PAZ CON ELN
El Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el gobierno colombiano retomararon el sábado pasado las negociacio-nes en La Habana, Cuba. Hacia allí viajó la canciller María Ángela Holguín para reunirse con Pablo Beltrán, comandante del ELN al frente de la comisión negociadora quien propuso incluir en el diálogo un alto a los constantes asesinatos de líderes sociales.
UN MISMO PLAN REGIONAL
El “Plan ‘Masterstroke’ para derrocar la dictadura venezolana”, data de febrero de 2018 y está firmado por el almirante Kurt W. Tidd, jefe del Comando Sur (SOUTHCOM) del Ejército de EEUU. Allí propone “fomentar la desafección popular por el aumento de la escasez y los precios de los alimentos, medicinas y otros bienes esenciales para los habitantes”. Y “continuar el fuego continuo en la frontera con Colombia” y a “reclutar paramilitares principalmente de los campos de refugiados en Cúcuta, la Guajira y Norte de Santander”. Allí ocurrió justamente la última masacre. Aun siendo candidato presidencial, Iván Duque se reunió en julio con Tidd, en la propia sede del SOUTHCOM ubicada en Miami.
FUERZA DEL ALCANCE REGIONAL
El SOUTHCOM abarca 31 países de América del Sur, América Central y el Caribe y está integrado por 1.200 militares y personal civil. Es responsable de “proporcionar planificación de contingencia, operaciones y cooperación a la seguridad”, así como de la protección de los “recursos militares” norteamericanos. En Colombia, EEUU dispone de al menos 7 bases.
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