La Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur (CCSCS) y la Confederación Europea de Sindicatos (CES), hicieron público el rechazo al Acuerdo de Asociación que vienen negociando la Unión Europea y el Mercosur, enfocados por el caracter definitivo que se le ha dado a las reuniones llevadas a cabo a principios de julio en Bruselas, capital de Bélgica.
Las Centrales señalan que pasados dos años de tratativas, «no hemos podido acceder aun ni a los textos en negociación de manera oficial ni a los principales contenidos cuantitativos de las ofertas». Y destacan su preocupación porque ambas partes no tienen en cuenta «las sensibilidades en materia de empleo y la necesidad de que contribuya al desarrollo simétrico y equilibrado de las dos regiones».
Además, destacan que el contexto político internacional y regional en el que se esta negociando el acuerdo «motiva nuestra recomendación de no avanzar» hasta que se haga presente un escenario estable.
En ese marco, señalan la «dura guerra comercial a escala internacional» que ataca «las instituciones multilaterales y las reglas internacionales, ya sea en lo económico, en lo social, lo laboral y en los derechos humanos». Agregan en particular el proceso de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y la aparición de partidos políticos de «rasgos radicalmente nacionalistas, xenófobos y racistas», poco proclives a estrechar vínculos sobre la base de la paz y la cooperación internacional. En la región latinoamericana, el llamado de atención se basa sobre la recesión y la necesidad de Argentina de recurrir al FMI y sobre la incertidumbre brasilera frente a las próximas elecciones presidenciales.
En el comunidado mencionan además algunos puntos del acuerdo que preocupan «para el interés social en general y de los trabajadores en particular». Entre ellos: el acelerado ritmo de desgravación del comercio de bienes, la flexibilidad de las reglas de origen que están siendo negociadas, la liberalización de servicios de carácter estratégico para el desarrollo de las naciones, la erosión del poder de compra del Estado, la extensión del tiempo de duración de las patentes, la protección de los datos de prueba en el caso de los productos farmacéuticos, la falta de mecanismos de promoción de las PyMES y la ausencia de estudios sobre los impactos económicos, sociales, laborales y ambientales que tendrá el acuerdo en los países del Mercosur.
Finalmente, la CES y la CCSCS reivindican los derechos laborales y el principio de que las relaciones entre los bloques contribuyan a modelos de desarrollo más equilibrados económicamente, de mayor cohesión y justicia social y garantía de respeto al medio ambiente».