La Patria es esa presencia constante que debemos honrar cada día de nuestros días y para toda la vida. Para ello, es necesario conocer nuestra historia porque el pasado histórico de cualquier región del mundo es algo de fundamental importancia para sus habitantes, pues, va en ello su propia identidad, su propio orgullo en el reconocimiento del manantial donde abrevó y se fortaleció su linaje.
Trasladado este concepto a nuestra historiografía argentina, significa valorar la acción de nuestros padres fundadores de la Patria. Todos ellos, desde sus respectivos lugares, aportaron sus vidas, su tiempo, la luz de su inteligencia para forjar una gran nación. Entre tantos hombres preclaros, portadores de grandes valores, tenemos al Gral. Manuel Belgrano.
La heroica gesta del “Éxodo Jujeño” nos muestra claramente la virtud de la prudencia del Gral. Manuel Belgrano. Con tamaño movimiento estratégico, demuestra una vez más, cómo llegar al corazón de un pueblo que comprendió la necesidad imperiosa de esta acción. Comprendió y se entregó con una grandeza y sacrificio incomparables, únicos en la historia argentina.
Viene bien citar al historiador jujeño, Dr. Vicente Cicarelli, quien escribió en una de sus ponencias, publicada en el año 2010: “Si bien la historia de Jujuy ha sido materia de eruditas investigaciones, falta mucho para llegar al fondo exhaustivo. Nuestros archivos continúan, en gran parte, desordenados, incompletos, extraviados y dispersos. No sabemos en qué momento una nueva constancia obligará a un nuevo enfoque de un aspecto que se creía superado. La historia de Jujuy, por lo tanto, debe inspirar un temor reverencial; formar juicios, sí, pero sin la certeza de que ellos no puedan ser corregidos. Por otra parte los textos escolares no son satisfactorios.
…La verdad de los hechos del Éxodo es más que suficiente para poner a Jujuy en el primer plano del sacrificio ante la Nación Argentina, sin necesidad de buscar inútiles agrandamientos que, sencillamente, afean y deforman la magnífica gesta.
…Como todos los hechos históricos, el del Éxodo responde a causas y antecedentes. Al llegar la Revolución de Mayo, Jujuy estaba preparada para comprender y colaborar. Su hijo, Don Teodoro Sánchez de Bustamante, lo había aprendido en Charcas. Su otro hijo, Juan Ignacio Gorriti, preveía el suceso. La adhesión fue inmediata al conocimiento. …Jujuy fue en la colonia, una de las provincias más ricas del virreinato.
Llega Belgrano y comienza la paciente labor militar de reorganizar el ejército y la paciente labor diplomática de reconquistas para la causa revolucionaria, buscando vincular, en los salones, a la sociedad provinciana con la resistida oficialidad “porteña”. Así las cosas, el avance de Tristán obligó a la retirada. El 29 de julio de 1812 Belgrano dicta el bando que así lo ordena y que luego Goyeneche calificaría de ‘impío’”.
Referirnos a Manuel Belgrano implica conocer, adentrarnos en su pensamiento político, económico y educativo que nos llevará a comprender su visión geopolítica basada en la educación de los pueblos.
Entre tantas otras cualidades, debemos exaltar su impronta al frente del ejército patriota con el que ejerció el poder militar y político conferido y con los que desplegó su accionar como estratega militar, acompañado de los mejores oficiales que por entonces servían a sus órdenes. La “Revolución de Mayo” se salvó con las victorias de Tucumán y Salta.
En estos tiempos vertiginosos donde tantos cambios confunden, profundizar en la vida de Manuel Belgrano, nos llevará comprender y dimensionar la vigencia de su pensamiento.
Donde quiera que estemos, expresamos: “La epopeya heroica del ÉXODO JUJEÑO FUE, ES Y SERÁ UN CANTO A LA LIBERTAD que debemos honrar no solamente como ciudadanos jujeños, sino también, como argentinos”.