El Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fue un acuerdo impulsado por Estados Unidos que pretendía asegurar la libre circulación de mercancías a través de la aplicación de normas comerciales supranacionales, y limitar la capacidad de acción de los Gobiernos en sus propias economías, el poder era para las transnacionales y de las élites que han dominado los países de la región.
La idea nació en Miami en diciembre de 1994 y en 1998 contó con la participación de Jefes de Estado de 34 países del continente americano, excepto Cuba. Las negociaciones del ALCA se dieron en abril de 1998 durante la Segunda Cumbre de las Américas en Santiago de Chile, donde acordaron «elevar el nivel de vida y mejorar las condiciones de trabajo en los pueblos de las Américas». Durante la Tercera Cumbre de las Américas en Quebec (Canadá), abril de 2001, los Jefes de Estado y de Gobierno aprobaron formalmente publicar el primer borrador del acuerdo del ALCA.
Cuatro años después, en la IV Cumbre de las Américas realizada en la ciudad de Mar del Plata (Argentina), los días 4 y 5 de noviembre de 2005, se produjo una declaración final, en donde los presidentes para ese entonces de Venezuela, Hugo Chávez; Argentina, Néstor Kirchner y Brasil, Lula Da Silva dieron un NO contundente al ALCA.
En las calles de Mar del Plata, miles de personas convocadas por organizaciones populares de Argentina y todo el continente se manifestaban para evitar esta nueva avanzada económica sobre los pueblos. En ese contexto, en un acto multitudinario en el estadio mundialista, Hugo Chávez inmortalizaba su lema “ALCA, ALCA al carajo”, acompañado por Diego Armando Maradona y el líder indígena Evo Morales, por entonces candidato a la presidencia de Bolivia.
Este hecho marcó el nacimiento de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), una nueva forma de intercambio regional. Posteriormente la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) en 2008 y más tarde, en 2012, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).