El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (UE), con sede en Luxemburgo, dictaminó este lunes que Gran Bretaña puede retirar unilateralmente la petición de salida de la UE antes del 29 de marzo de 2019, cuando está previsto que se concrete.
«La revocación unilateral sería también una manifestación de la soberanía del Estado saliente, que opta por revertir su decisión inicial», dice el texto.
Como el Parlamento británico tiene que dar su aprobación final, varios diputados entienden que la revocabilidad abriría al Reino Unido la posibilidad de permanecer en la UE. La votación decisiva en el Parlamento británico se espera para el 11 de diciembre.
El lunes también, la propuesta de Brexit impulsada por el gobierno de Theresa May y aprobada la semana pasada por los 27 miembros del Parlamento Europeo, sufrió otro revés. Por 311 votos a favor y 293 votos en contra, la Cámara de los Comunes aprobó la moción de desacato contra May, medida inédita en la historia británica que debilita al gobierno y lo pone a las puertas de ser reemplazado sin que haya Brexit alguno.
Según May, si los legisladores no respaldan su acuerdo, podrían abrir la puerta no solo a una salida británica de la UE sin medidas que alivien la transición, sino también a la posibilidad de que el Brexit no llegue a producirse.
El 13 de noviembre los legisladores exigieron la publicación de los informes completos sobre los que se basó May para negociar el Brexit con Bruselas. El gobierno solo publicó un resumen de 43 páginas, aludiendo a que contienen información sensible y confidencial. Fue entonces que le presentaron la moción de desacato.