«Al dólar lo suben ellos, de esa manera se devalúa el salario», supo decir alguna vez don Arturo Jauretche trantando de develar las zonceras que tan corrientemente venimos repitiendo.
«El dolar sube hoy en todas partes, hay cosas que tienen que ver con el mundo», dijo días atrás el presidente Mauricio Macri cuando, de visita en Córdoba, le advirtieron que había aumentado a 45 pesos.
A la vista de las políticas que ha impulsado desde que llegó a la Casa Rosada, valdría comprender hoy quiénes son esos «ellos» a los que refiere el presidente. Es probable que el «ellos» pertenezca a la globalidad del capital que hizo no solo que se dolaricen nuestras tarifas, sino también nuestro salario: porque su devaluación lo puso a precio del mercado mundial al que hace alusión el propio Macri.
Las zonceras que develó Jauretche hoy son pavadas. Es importante entonces evitarlas y alimentarlas creyendo en la buena o mala administración del gobierno por parte de Macri.
Es necesario comprender que nos enfrentamos a un enemigo de mayor envergadura. En otra época, cuando la consigna era la vuelta de Perón, se vino el Plan Cóndor y la avanzada imperialista. Sobre todo el capital financiero estaba dando su salto para poder desplegar el plan neoliberal en todo el mundo. Como dijo Roberto Aleman, secretario de Hacienda de la última dictadura militar: «nosotros liquidamos la subversión, derrotamos al movimiento sindical y desarticulamos a la clase obrera. Todo lo que vino después fue posible por nuestra labor».
Para quien incluso tenga el corazón en la misma doctrina de entonces, quizás venga bien la advertencia de quien comulga en la misma iglesia. La tarea es la liberación de América.