El pasado 25 de abril de 2019 se desarrolló en el Congreso Nacional, la discusión de dos proyectos de ley los cuales se celebraron en un solo debate (injusto para su gran impacto): 1) Ley de Reestructuración y Transformación Presupuestaria de la Secretaría de Estado en el Despacho de Salud y la Ley de Reestructuración. 2) Transformación presupuestaria de la Secretaría de Estado en el Despacho de Educación. En una fuerte discusión entre parlamentarios en oposición y oficialistas, fueron aprobadas ambas leyes en un solo decreto. Debemos considerar que “Reestructuración” en el ámbito laboral significa el reajuste de personal y reingeniería para reducción de la masa salarial. “Transformación” es la plena búsqueda de imponer un modelo neoliberal dentro del sistema de salud y educación pública, con la finalidad de privatizar.
Ante la aprobación, los estudiantes universitarios a nivel nacional hicieron presente su apoyo a los gremios, sindicatos de educación y al Colegio de Médicos de Honduras. La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM) el día lunes 29 de abril de 2019, en conjunto al Sector salud y educación se lanzaron a las calles en protesta. Los jóvenes fueron reprimidos brutalmente por los cuerpos de seguridad quienes no solo utilizaron armas de dispersión sino a bala viva procedieron atacar a la población que acompañaron la marcha. Un ciudadano fue herido producto de un disparo de un miembro de la Policía Municipal y su pronóstico es reservado. Muchos estudiantes fueron agredidos a punta de bota y garrote, niños que acompañaron a sus padres sufrieron el crudo gas lacrimógeno. Supuestos infiltrados ajenos a la marcha hicieron el centro de la ciudad un campo de batalla, incendiando edificios estatales y privados (el Palacio Municipal y oficinas).
Dichos sucesos dejaron claro el fuerte grito de oposición ante el Congreso Nacional. En virtud de ello, el día martes 30, en asamblea y por unanimidad los diputados decidieron derogar las dos nuevas leyes que buscaban oprimir al pueblo.
Honduras es un país lleno de desigualdad social, estudiar es más un privilegio que un derecho y la salud solo está al alcance de pocos. Las luchas sociales no siempre logran este tipo de triunfos, porque existe indiferencia en los corazones de la población y diariamente se encuentran sectorizados y herméticos ante la realidad nacional.
Existe fuerza, viveza y tenacidad en los jóvenes universitarios en contra de las injusticias que se propinan al pueblo hondureño, pero mientras la clase media no logre recapacitar y apoyen las luchas sociales, reinará el fracaso ante los gobiernos que impongan políticas hostiles que no mejorarán al país, sino destruir lo poco que le resta al hondureño aumentando cada vez más el 66% de pobreza.