Según la EPH del INDEC, en el 4to trimestre de 2018, en Río Cuarto había un total de 34.958 jóvenes de entre 18 y 30 años. De ellos, 19.997 se hallaban ocupados (57,2%) y 3014 desocupados (8,62%). Los restantes 11.947 se encontraban «inactivos» (485 pensionados, 8.429 estudiando en los distintos niveles educativos y 2.804 son amas de casa). La desocupación entre aquellos jóvenes que buscan trabajo es de 13,1%, casi 4 puntos por encima de la media del conglomerado.
La precariedad en el trabajo de los jóvenes se puede observar también en los escasos aportes que reciben: tan solo el 36% de los empleados ha recibido aportes por parte de sus patrones (9.937), el 15% por ciento (2.703) ha hecho sus aportes mediante monotributo y el 49,6% (7.357, casi 5% más que en la general de los trabajadores riocuartenses) de los jóvenes que trabajaron no han recibido ni realizado ningún tipo de aporte.
En otro orden de cosas, los jóvenes de entre 18 y 30 años subocupados fue de 2327, mientras que los sobreocupados sumaron 3176.
La remuneración percibidas por este grupo etario es otro de los factores de la precariedad: 9.098 personas percibieron menos de $9.600 mensuales por su trabajo (45% de este grupo de trabajadores jóvenes se encontró debajo de la línea de la indigencia) y 2.599 cobraron entre 9.700 y 15.000 pesos (13% del grupo no pudo salir de la pobreza). Esto quiere decir que 6 de cada 10 trabajadores activos menores de 30 años están por debajo de la línea de la pobreza en Río Cuarto.
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