Es cada vez más palpable que la lucha inter-capitalista no es una mera mención de la sección internacional de los diarios. ¿Por qué pelean? Básicamente, porque su crisis es interna. Está dentro de su propio patrón de acumulación. Tan adentro, que algunas de las grandes empresas se compran sus acciones: se comen a sí mismos.
Hace un mes, a la baja de interés de la tasa de la reserva federal de Estados Unidos, China le respondió con devaluación de su moneda. La guerra que aparece como comercial es lucha política. Y tan adentro está que el propio mandatario Donald Trump critica al presidente de la FED Jerome Powell.
En Argentina, las grandes ganadoras del modelo Cambiemos se recompran sus propias acciones. Su alta y corta acumulación -a costa de timba financiera (Lebac, Lequids)- no es más que una gran burbuja. Los balances se explican en su gran proporción por la ganancia puesta en valorización financiera.
Es en ese escenario que aparece nuestro hambre, el débil poder adquisitivo y el aumento de los precios que hacen cada vez más difícil poder vivir.
La debilidad de los de arriba puede ser una fortaleza para los de abajo. Pero no ya para que la solución venga de arriba y administrada, sino que sea propia decisión e iniciativa de lo que queremos e históricamente no pudimos – y nos impidieron- ser. Es simplemente una cuestión de soberanía popular.
Totalmente de acuerdo…..felicitaciones, muy buena Editorial