Representantes del gobierno y de partidos de la oposición anunciaron este lunes la apertura de una Mesa Nacional de Diálogo por la Paz tras acordar una serie de medidas: el retorno de los diputados del Partido Socialista Unico de Venezuela (PSUV) a la Asamblea Nacional que hace tres años habían abandonado para conformar la Asamblea Nacional Constituyente (ANC); la elección de nuevas autoridades del Consejo Nacional Electoral, la liberación de «presos políticos», el apoyo al canje de petróleo por alimentos y medicinas; la defensa de los derechos de Venezuela sobre la Guayana Esequiba; y el rechazo a las sanciones de EEUU y el pedido de su inmediato levantamiento.
El documento presentado en la Cancillería por la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el diputado del partido Cambiemos, Timoteo Zambrano, lleva las firmas, además, de referentes del MAS, Avanzada Progresista y Soluciones. Otras agrupaciones alineadas con el autoproclamado presidente encargado Juan Guaidó, como Frente Amplio y Venezuela Libre, lo han rechazado.
Esta Mesa «ha dejado las puertas abiertas a todos los sectores políticos para el diálogo», dijo el presidente Nicolás Maduro y reiteró la voluntad de continuar las conversaciones con los otros sectores opositores que habían comenzado en mayo en Noruega y luego se trasladaron a Barbados.
El vocero de la Cancillería china, Geng Shuang, valoró el pacto. La posición de China sobre Venezuela siempre ha sido consistente y clara: «avanzar hacia la convivencia y la paz en la nación suramericana», señaló.
Extensión de sanciones a Rusia
PDVSA abrió finalmente su oficina en Moscú tras cerrar su sede de Portugal. La decisión fue anunciada en mayo tras las sanciones de EEUU alegando que Europa no puede garantizar los activos venezolanos. El traslado «se convirtió en un símbolo de los crecientes lazos de Moscú y Caracas», declaró Elliott Abrams, enviado de EEUU para Venezuela, y añadió posibles sanciones económicas a Rosneft, la petrolera estatal rusa. «Cada vez más petróleo venezolano se vende a Rosneft que, por su parte, lo revende», agregó Abrams. Mediante un comunicado, la empresa rusa aclaró que «todas las operaciones se realizan en el marco de los contratos prepagados que habían sido concertados antes de la imposición de las sanciones». Estas amenazas «pueden interpretarse como competencia desleal», explica Rosneft en referencia a que las sanciones para operar en Venezuela exceptuan a empresas como Chevron. Rosneft participa en Venezuela en los proyectos Petromonagas (con una cuota del 40%), Petromiranda (32%), Petroperijá (40%), Boquerón (26,67%) y Petrovictoria (40%). Posee el 100% del proyecto gasífero de los yacimientos Mejillones y Patao, el 100% de la empresa de servicios petroleros Precision Drilling y el 51% de la empresa Perforosven.